Son dos los reportajes que nos hemos encontrado buceando en la hemeroteca de la Fundación Pablo Iglesias. Uno titulado “CUENCA CARBONÍFERA IMPORTANTE” (1917) y “Consejo de ministros” (1918). El primero nos habla de la dificultad para la explotación de la cuenca de Laciana sin una salida ferroviaria para sus carbones y las trabas burocráticas que impidieron desarrollar el primer proyecto de un tranvía. En el segundo artículo, publicado en marzo de 1918 se recogen las deliberaciones del Consejo de Ministros que dan luz verde al proyecto y establece los plazos de ejecución.
A todas luces, dos
textos interesantes para conocer las dificultades del Tren
Ponferrada-Villablino en su gestación que habría que esperar hasta aquel
histórico 23 de julio de 1919.
A continuación
reproducimos ambos:
1) “CUENCA CARBONÍFERA IMPORTANTE”
No
puede explotarse por falta de vías de comunicación
En Villablino, de la
provincia de León, hay una serie de minas que contienen extraordinaria riqueza
inexplotable por falta de vías de comunicación.
La estación más próxima
a las minas es la de Ponferrada, que dista de Villaseca, punto central de la
explotación minera, 75 kilómetros.
Sálvase esa distancia
por una carretera pésima, que atraviesa en gran parte el valle del Sil, uno de
los más bellos de España, pero que está incomunicado, pues no hay quien se
aventure por una carretera que más parece campo cuidadosamente arado.
De Rioscuro a
Villaseca, pueblos que distan cinco kilómetros uno de otro, no existía
carretera, y hubo la Sociedad de construir esos cinco kilómetros, anticipando
su coste al Estado, ya que están comprendidos en la carretera en construcción
de Piedrafita al Pajarón. Como el Estado no tenía consignación para pagar las
expropiaciones de fincas que atravesaba dicha carretera, la Empresa tuvo que
anticipar esas cantidades, sin que hasta el presente le hayan sido
reintegradas.
El
gobierno se cruza de brazos.
El verano pasado la
Empresa minera de Villablino se dirigió al Gobierno solicitando la autorización
para construir un tranvía que permitiese transportar a la estación de
Ponferrada el carbón de la importante cuenca minera que nos ocupa.
La construcción de
dicho tranvía era cosa de seis meses, y a estas fechas ya estaría en
explotación, pues tenía concertada la inmediata entrega de todo el material
fijo y móvil, y el mercado nacional de carbones contaría con cerca de un millón
de toneladas más, que no tendría que ir a buscar al extranjero, y los millones
de pesetas que esas toneladas suponene quedarían en España.
La Empresa minera de
Vilalblino ofrece al Estado facilitarle 500.000 toneladas de carbón a 40
pesetas tonelada. La ventaja se aprecia fácilmente; quizá se hubiera evitado
algunos abusos que se han cometido por determinados señores con motivo de la
escasez de carbones.
Cuantas gestiones se
hicieron para conseguir que el Gobierno autorizase la construcción de dicho
tranvía fueron inútiles. Muy ocupado el señor ministro de Fomento en redactar
su plan de obras públicas, no pudo prestar la debida atención a la solicitud de
la Empresa de Villablino, y la Administración española devolvía a los tres
meses la instancia, ¡¡para que se reintegrase un sello de a peseta!!
Nada más decimos hoy
sobre esto. Es uno de los casos que edifican.”
Publicado
en El Socialista el lunes 5 de marzo de 1917 nº 2845
…
2) “Consejo de ministros”
Después del Consejo de
ministros celebrado ayer, se facilitó a la prensa lá nota siguiente: «El
comisario de Abastecimientos ha dado cuenta al Consejo de la tramitación de
varios asuntos, y, : su propuesta, se han despachado varias incidencias de
importaciones y exportaciones.
Se han aprobado algunos
expedientes de Gracia y Justicia sobre conmutación de pena y aplicación de
condena condicional.
A propuesta del
ministro de Fomento se han aprobado dos proyector de ley, que, obtenida la
oportuna autorización, se presentarán a las Cortes. Uno para la Concesión
directa de un ferrocarril de Ponferrada a Villablino, que deberá quedar
terminado en un plazo máximo de catorce meses, y otro aceptando un anticipo de
1.200.000 pesetas de las Diputaciones de Guipúzcoa y Álava, para proseguir las
obras del ferrocarril de Vitoria a Los Mártites. (…)”
Publicado
en El Socialista del jueves 13 de junio de 1918, correspondiente al nº 8241
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