Presentación

Nuestra historia, a modo de presentación

lunes, 26 de diciembre de 2022

La Casa del Pueblo de Matarrosa del Sil (Años 30)

El Sindicato Minero Castellano (SMC), afecto a la UGT, fue la organización más importante de la clase trabajadora en numerosos pueblos de El Bierzo y Laciana durante los años 20, y, especialmente, los 30. Sus sedes sociales, que compartían con el PSOE, las Casas del Pueblo, eran lugares de socialización, de cultura e incluso albergaban cooperativas para acceder a productos más baratos. El año pasado contamos la historia de la de Villager de Laceana, hoy bajaremos Sil abajo y nos centraremos en la de Matarrosa del Sil.

A finales de los años 20 el Sindicato Minero Castellano de UGT vive una expansión en El Bierzo y Laciana, en una pugna con al amarillismo patrocinado por las empresas mineras, primero, y con el Sindicato Único Minero de la CNT, después. En 1929 Pedro Mata preside la sección local de Toreno que será inscrita en junio. En agosto lo hará la de Matarrosa. Francisco García Gutiérrez y Lucio González García, serían el presidente y secretario respectivamente, en un proceso de crecimiento o reconstrucción de las secciones sindicales por todos los pueblos mineros.

Durante la primavera de 1929 Matarrosa es uno de los pueblos donde se desarrollan mítines socialistas en los que participan dirigentes cómo José López Guzmán o Francisco Puente Falagán. La matarrosiense es una de las pocas agrupaciones socialistas consolidadas en El Bierzo y Laciana antes de la proclamación de la II República Española en 1931 junto a las de 2 de Ponferrada (la del PSOE y la de las Juventudes Socialistas -JJSS-), Villaseca y Villager de Laciana y Camponaraya. Su crecimiento se ve favorecido por la extensión de las actividades de propaganda, la ocupación de los puestos en los Comités Paritarios y la tolerancia de los gobiernos de la Dictadura de Primo de Rivera y el General Berenguer.

En Matarrosa los trabajadores organizados abren un Centro Obrero cómo domicilio del SMC y de la Agrupación Socialista en abril de 1930. A comienzos de 1931 completarán sus actividades con la Cooperativa Obrera de consumo “La Necesaria”.

Tras la proclamación de la República, el 20 de julio de 1931 las organizaciones solicitan que se enajene una parcela para construir la Casa del Pueblo junto a la carretera de Ponferrada a La Espina, entre los kilómetros 30 y 31. Comienza un proceso burocrático no exento de dificultades. En Agosto el Delegado de Hacienda les devuelve la instancia para que los firmantes hagan constar a las organizaciones a las que representan. En diciembre el Delegado les contesta que según un informe de la Jefatura de Obras Públicas es un trozo de carretera abandonada por el derrumbamiento de un puente, y al carecer de utilidad “no hay inconveniente en su enajenación”. La finca de 367,75 m. se tasa en 565,12 pts., a razón de peseta y media el metro cuadrado. Sin embargo, más tarde les dirán que la parcela, perteneciente al Estado, no se puede vender a las sociedades obreras solicitantes por lo que tienen que ser enajenadas en subasta pública.

Desestimada su cesión en varias ocasiones, finalmente acabarán optando por comprar dos solares, a la Junta Vecinal y a un particular en la zona del “Campo”, la Plaza de la iglesia. En 1933 comienzan las obras de construcción de la Casa del Pueblo que albergaría las oficinas del SMC, el PSOE y la Cooperativa, un proyecto cultural compuesto por una escuela y un salón para actos públicos, y tres viviendas.

La falta de fondos para terminar las obras obliga a pedir una hipoteca a la Caja Leonesa de Previsión Social por valor de 18.000 pesetas al 5% de interés a pagar en seis años, poniendo los terrenos y los edificios ya construidos cómo aval. El préstamo lo suscribirá Antonio Fernández Martínez, en calidad de Secretario del SMC.

Para 1934 el local ya es una realidad y una muestra de la fuerza del sindicalismo socialista en la cuenca del Sil que conseguirá crear su sección juvenil, constituyendo el 28 de agosto la segunda agrupación de las JJSS en la comarca berciana.

En Matarrosa la UGT era mayoritaria, lo que no impidió la apertura de otro local vinculado al Sindicato Único Minero de la CNT, que contaba con unos 200 afiliados, liderados por Miguel Lozano e Ismael Cabeza.

La pugna por imponer la hegemonía y modelo sindical dará lugar a una dura lucha entre centrales. En octubre de 1933 el SUM de Matarrosa se dirige al de Fabero pidiendo colaboración para atraer a los mineros de Langre. Estos reclaman que desde el sindicato anarcosindicalista vayan a darles unas charlas ante la “mala actuación de sus dirigentes” (“afectos a la UGT”) y dados “los triunfos continuos que en Fabero estáis obteniendo por medio de la acción directa”. Los sindicalistas de Matarrosa creen que “poco trabajo nos ha de costar para atraerlos [a los mineros langreanos] a nuestros sindicatos”.

Los enfrentamientos entre ambos sindicatos fueron tan intensos que llegaron a la muerte de dos mineros.

En octubre de 1934 los trabajadores aparcarán sus diferencias para tomar parte de la huelga general revolucionaria. El 5 de octubre se hacen con el control de la cuenca del Sil dirigidos por el minero comunista Críspulo Gutiérrez. Tras su fracaso, la represión se cebó con los revolucionarios de Matarrosa como Nemesio Pascual, José Pérez o Toribio Fernández. También con un “chiquillo” de 15 años, pinche en la Cooperativa Obrera de consumo “La Necesaria”. Cuando llega a la cárcel de Astorga tiene “la piel de las muñecas cortadas por las esposas y el cuerpo cubierto por las huellas de una paliza bestial”, según se puede constatar en el informe del ex ministro y diputado en Cortes, el leonés Félix Gordón Ordás.

El 3 de agosto de 1936, tras el golpe de Estado fascista y el inicio de la guerra civil, Matarrosa cae en manos de los sublevados con el Comandante López Pita al frente. La Casa del Pueblo pasará en un primero momento a la Caja Leonesa de Previsión Social por el trámite hipotecario. Muchos de sus trabajadores asociados se incorporan al Frente Norte para defender la legalidad democrática. Tras la derrota republicana algunos se exiliarán y otros serán víctimas de la represión en sus distintas formas, desde los fusilamientos hasta los trabajos forzados en el Campo de Trabajo Forzado que Antracitas de Gaiztarro tiene en la localidad desde 1941.

En junio de 1937 la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de León acuerda la incautación de la Casa del Pueblo y decide anotarla en el Registro de la Propiedad, cómo así lo traslada el Juez Municipal Honorio Buitrón Cruz al Registro de la Propiedad de Ponferrada

A finales de 1939 el régimen decreta la incautación de las propiedades sindicales y su paso a la Delegación Nacional de Sindicatos, dependiente de la de Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Para entonces, el edificio está ocupado por el ejército tal y como consta en la “Relación de Bienes Inmuebles procedentes de Sindicatos Marxistas”. En 1942 la Delegación Nacional de Sindicatos cancela el crédito hipotecario y en 1947 se inscribe en favor del Estado, tal y como consta en refleja la documentación del Registro de la Propiedad de Ponferrada consultada por el historiador Tomás Sarmiento. Ya en 1960 se pone en marcha la enajenación del local y del terreno (aprobada en 1954) que comprará el ayuntamiento de Toreno.

En la transición y tras una dura pelea sindical se devolvió parte del Patrimonio incautado, sin embargo, algunos cómo el de Matarrosa era imposible porque en su solar se encuentra la escuela. El sindicato UGT fue compensado con poco más de medio millón de pts. que se tasó en la época.

El Estado cederá a UGT el edificio procedente de la Casa del Sindicato vertical franquista como parte del Patrimonio Sindical Acumulado que corresponde a los sindicatos mayoritarios una vez llegada la democracia. Edificio que en la actualidad ha sido restaurado y pertenece a la Junta Vecinal.

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