A finales de los años 20 el Sindicato Minero Castellano de UGT vive una expansión en El Bierzo y Laciana, en una pugna con al amarillismo patrocinado por las empresas mineras, primero, y con el Sindicato Único Minero de la CNT, después. En 1929 Pedro Mata preside la sección local de Toreno que será inscrita en junio. En agosto lo hará la de Matarrosa. Francisco García Gutiérrez y Lucio González García, serían el presidente y secretario respectivamente, en un proceso de crecimiento o reconstrucción de las secciones sindicales por todos los pueblos mineros.
Durante
la primavera de 1929 Matarrosa es uno de los pueblos donde se desarrollan
mítines socialistas en los que participan dirigentes cómo José López Guzmán o
Francisco Puente Falagán. La matarrosiense es una de las pocas agrupaciones
socialistas consolidadas en El Bierzo y Laciana antes de la proclamación de la
II República Española en 1931 junto a las de 2 de Ponferrada (la del PSOE y la
de las Juventudes Socialistas -JJSS-), Villaseca y Villager de Laciana y
Camponaraya. Su crecimiento se ve favorecido por la extensión de las
actividades de propaganda, la ocupación de los puestos en los Comités Paritarios
y la tolerancia de los gobiernos de la Dictadura de Primo de Rivera y el
General Berenguer.
En
Matarrosa los trabajadores organizados abren un Centro Obrero cómo domicilio
del SMC y de la Agrupación Socialista en abril de 1930. A comienzos de 1931
completarán sus actividades con la Cooperativa Obrera de consumo “La
Necesaria”.
Tras
la proclamación de la República, el 20 de julio de 1931 las organizaciones solicitan
que se enajene una parcela para construir la Casa del Pueblo junto a la
carretera de Ponferrada a La Espina, entre los kilómetros 30 y 31. Comienza un
proceso burocrático no exento de dificultades. En Agosto el Delegado de
Hacienda les devuelve la instancia para que los firmantes hagan constar a las
organizaciones a las que representan. En diciembre el Delegado les contesta que
según un informe de la Jefatura de Obras Públicas es un trozo de carretera
abandonada por el derrumbamiento de un puente, y al carecer de utilidad “no hay
inconveniente en su enajenación”. La finca de 367,75 m. se tasa en 565,12 pts.,
a razón de peseta y media el metro cuadrado. Sin embargo, más tarde les dirán
que la parcela, perteneciente al Estado, no se puede vender a las sociedades
obreras solicitantes por lo que tienen que ser enajenadas en subasta pública.
Desestimada
su cesión en varias ocasiones, finalmente acabarán optando por comprar dos
solares, a la Junta Vecinal y a un particular en la zona del “Campo”, la Plaza
de la iglesia. En 1933 comienzan las obras de construcción de la Casa del
Pueblo que albergaría las oficinas del SMC, el PSOE y la Cooperativa, un
proyecto cultural compuesto por una escuela y un salón para actos públicos, y
tres viviendas.
La falta de fondos para terminar las obras obliga a pedir una
hipoteca a la Caja Leonesa de Previsión Social
por valor de 18.000 pesetas al 5% de interés a
pagar en seis años, poniendo los terrenos y los edificios ya construidos cómo
aval. El préstamo lo suscribirá Antonio Fernández Martínez, en calidad
de Secretario del SMC.
Para
1934 el local ya es una realidad y una muestra de la fuerza del sindicalismo
socialista en la cuenca del Sil que conseguirá crear su sección juvenil,
constituyendo el 28 de agosto la segunda agrupación de las JJSS en la comarca
berciana.
En
Matarrosa la UGT era mayoritaria, lo que no impidió la apertura de otro local vinculado
al Sindicato Único Minero de la CNT, que contaba con unos 200 afiliados,
liderados por Miguel Lozano e Ismael Cabeza.
La
pugna por imponer la hegemonía y modelo sindical dará lugar a una dura lucha
entre centrales. En octubre de 1933 el SUM de Matarrosa se dirige al de Fabero
pidiendo colaboración para atraer a los mineros de Langre. Estos reclaman que
desde el sindicato anarcosindicalista vayan a darles unas charlas ante la “mala
actuación de sus dirigentes” (“afectos a la UGT”) y dados “los triunfos
continuos que en Fabero estáis obteniendo por medio de la acción directa”. Los sindicalistas
de Matarrosa creen que “poco trabajo nos ha de costar para atraerlos [a los
mineros langreanos] a nuestros sindicatos”.
Los
enfrentamientos entre ambos sindicatos fueron tan intensos que llegaron a la
muerte de dos mineros.
En
octubre de 1934 los trabajadores aparcarán sus diferencias para tomar parte de
la huelga general revolucionaria. El 5 de octubre se hacen con el control de la
cuenca del Sil dirigidos por el minero comunista Críspulo Gutiérrez. Tras su
fracaso, la represión se cebó con los revolucionarios de Matarrosa como Nemesio
Pascual, José Pérez o Toribio Fernández.
También con un “chiquillo” de 15 años, pinche en la Cooperativa Obrera de consumo “La Necesaria”. Cuando
llega a la cárcel de Astorga tiene “la piel de las muñecas cortadas por las
esposas y el cuerpo cubierto por las huellas de una paliza bestial”, según se
puede constatar en el informe del ex ministro y diputado en Cortes, el leonés Félix Gordón Ordás.
El 3 de
agosto de 1936, tras el golpe de Estado fascista y el inicio de la guerra
civil, Matarrosa cae en manos de los sublevados con el Comandante López Pita al
frente. La Casa del Pueblo pasará en un primero momento a la Caja Leonesa de Previsión Social por el trámite hipotecario.
Muchos de sus trabajadores asociados se incorporan al Frente Norte para defender
la legalidad democrática. Tras la derrota republicana algunos se exiliarán y
otros serán víctimas de la represión en sus distintas formas, desde los
fusilamientos hasta los trabajos forzados en el Campo de Trabajo Forzado que Antracitas
de Gaiztarro tiene en la localidad desde 1941.
En
junio de 1937 la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de León acuerda
la incautación de la Casa del Pueblo y decide anotarla en el Registro de la
Propiedad, cómo así lo traslada el Juez Municipal Honorio Buitrón Cruz al
Registro de la Propiedad de Ponferrada
A finales de
1939 el régimen decreta la incautación de las propiedades sindicales y su paso a la Delegación Nacional de Sindicatos, dependiente de la de
Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Para entonces, el edificio está
ocupado por el ejército tal y como consta en la “Relación de Bienes Inmuebles
procedentes de Sindicatos Marxistas”. En 1942 la Delegación Nacional de
Sindicatos cancela el crédito hipotecario y en 1947 se inscribe en favor del
Estado, tal y como consta en refleja la documentación del Registro de la Propiedad
de Ponferrada consultada por el historiador Tomás Sarmiento. Ya en 1960 se pone
en marcha la enajenación del local y del terreno (aprobada en 1954) que
comprará el ayuntamiento de Toreno.
En
la transición y tras una dura pelea sindical se devolvió parte del Patrimonio
incautado, sin embargo, algunos cómo el de Matarrosa era imposible porque en su
solar se encuentra la escuela. El sindicato UGT fue compensado con poco más de
medio millón de pts. que se tasó en la época.
El
Estado cederá a UGT el edificio procedente de la Casa del Sindicato vertical
franquista como parte del Patrimonio Sindical Acumulado que corresponde a los
sindicatos mayoritarios una vez llegada la democracia. Edificio que en la
actualidad ha sido restaurado y pertenece a la Junta Vecinal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario