Coincidiendo con el 1 de mayo de 1933 el “Boletín de la de la Unión General de Trabajadores” dedica un número a las Casas del Pueblo del PSOE y la UGT en toda España. En él encontramos un reportaje con una ilustración sobre la de Villager de Laceana que explica brevemente su trayectoria (pg. 189 y 190). El ejemplar se puede descargar completo aquí.
El periódico obrero afirma que las Casas del pueblo son ese “albergue
colectivo y fraterno en todas las regiones de España”. En estas comarcas durante
la II República las encontramos en Santa Cruz de Montes, Villager y Villaseca
de Laciana, y Matarrosa del Sil. Otras, como la de Ponferrada, no serán
terminadas a causa del golpe de Estado y la guerra civil. De ellas hablaremos
más delante.
Estos centros sociales son una prueba, según UGT, de “la inmensidad del
sacrificio realizado por los obreros” que de forma voluntaria son quienes los levantan
y financian. En el caso de la Casa del Pueblo de Villager son en torno a 100
trabajadores quienes participan en su construcción.
El desarrollo de la minería y la irrupción
del proletariado traerán consigo sus ideas y organizaciones al valle de Laciana.
Aquí la iniciativa de organización obrera la había tenido el sindicalismo
amarrillo del Sindicato Católico de Obreros Mineros, impulsado por la MSP.
Durante los años veinte se vivirá un duro enfrentamiento que finalizará con la
hegemonía socialista en torno al SMC.
La Casa del Pueblo de Villager es impulsada
por la sección del Sindicato Minero Castellano de San Miguel de Laciana. El
edificio se construye durante el año 1929 y se inaugura con ocasión del 1º de
mayo de 1930. Una construcción que es valorada en 25.000 pts. de la época.
Tal y como explica el boletín ugetista, la
Casa estaba dividida en dos amplios salones, uno destinado a reuniones y teatro
y el otro a albergar una escuela y una biblioteca. El centro obrero tiene una
gran actividad, sólo en 1932 se realizan 14 “actos de propaganda” y además aloja
una Mutualidad Obrera, grupo artístico y “una buena biblioteca circulante”.
En la Casa del Pueblo jugarán un papel destacado los hermanos Antonio y
Juan Bautista Rodríguez Calleja. Médico
y profesor que fueron presidentes de la Agrupación Socialista de Villager en
1929 (fecha de creación) y a finales de 1933, respectivamente.
En el Boletín de UGT podemos leer que estos
reportajes son “materiales acarreados para la Historia de la Unión General de
Trabajadores que algún día habrá que escribirse”. No pretende ser este pequeño
artículo algo tan ambicioso, pero si recuperar un pedacito de Nuestra Historia.
Las casas del pueblo fueron incautadas por el franquismo y tras la transición
aunque parte del patrimonio sindical expoliado fue devuelto a las
organizaciones, como la de Villaseca, la tradición de las Casas del Pueblo se
fue evaporando.
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