Cuarta entrega sobre las elecciones sindicales y el proceso de infiltración de la oposición en el sindicato vertical. El proceso iniciado en 1963, desarrollado en 1966, consolidado en 1971, tendrá una victoria rotunda en 1975.
El
9 de julio de 1975 el semanario Doblón
titula en portada "Elecciones sindicales. Ha ganao el equipo colorado". Aquellos “enanos infiltrados” que
denunciaba los sectores más fascistas del régimen cómo Blas Piñar o Girón de
Velasco estaban pintando de rojo el edificio del sindicato vertical. La edición
fue secuestrada y su editorial multada.
Eran las cuartas elecciones sindicales desde el surgimiento del nuevo movimiento obrero y la victoria de las “Candidaturas Unitarias y Democráticas” promovidas por las Comisiones Obreras es clara. Acumulan experiencia y apoyo.
En 1975 la utilización de las posibilidades legales avanza en Villablino, Ponferrada y Fabero, dando conferencias en las asociaciones que les sirven para preparar las votaciones. Las previsiones eran halagüeñas. Especialmente en Laciana donde la asociación, que cuenta con dirigentes obreros de “gran prestigio”, “cada vez más se perfila como el futuro sindicato democrático”, como se podía leer en los informes clandestinos e internos del PCE.En
el Valle los trabajadores escriben al Ministro de Relaciones Sindicales
pidiendo que no se reserven puestos de escalafones intermedios y que sean
elegidos por votación de todos los trabajadores al igual que los Jurados de
Empresa.
El
régimen espera la participación de los grupos
de acción. El Director de Asuntos Sociales se reúne con aquellos de las empresas problemáticas. 40 enlaces de
Villablino, los Directivos de la Asociación de Alumnos de Escuela Sindical de
Ponferrada y Bembibre o el Jurado de Minas de Fabero S.A. También con los
directivos de las empresas como MSP.
Los
esfuerzos de la dictadura esta vez no darán sus resultados. En junio de 1975 la
portada de la revista Mundo es esclarecedora “Ganaron los otros". En León
se votan a 3.038 enlaces de los cuales 2.381 son de nueva elección, el 78,37%.
Muchos son jóvenes que se han ido incorporando a la luchas en los últimos años.
Las
candidaturas impulsadas por las CCOO consiguen holgadas victorias en las
grandes empresas. Mundo Obrero informa que en
León “las candidaturas unitarias se han impuesto con porcentajes
aplastantes”. Un 90% en la MSP de Ponferrada y
un 95% en Villablino, un 100% en Roldan, un 90% en AFSA y “Patatero” en Fabero.
En muchas empresas antraciteras salen elegidos los candidatos democráticos y
otro claro “triunfo” se da en la Térmica de Compostilla. Los miembros de
Comisiones son mayoría también en RENFE y algunas empresas de
construcción (entre el 75 y el 80%) y consiguen algunos enlaces en sectores
cómo banca, enseñanza y sanidad.
En El Bierzo el sindicalismo
democrático de las CCOO se hace mayoritario en Roldán. Taladriz explica que
“desde que nos presentamos hasta que entró la UGT [tras la transición
política], éramos todos de comisiones”. También
en Laciana las palabras de un protagonista, Manuel Lastra, son claras:
“Nosotros participamos en las últimas elecciones del vertical, que las ganamos
en la MSP (…) Utilizando el sindicato vertical ya montamos nuestro propio
sindicato. Ya éramos Comisiones Obreras (…). Ya no se disimulaba (…) hasta la
legalización en 1977”.
A
pesar de los avances la dictadura cierra los ojos a la realidad. Según el
sindicato vertical en empresas que califica de conflictivas, cómo MSP, AFSA o ENDESA, no se registran enlaces
opositores y únicamente un reducido número de indiferentes.
Los
dirigentes de Comisiones en Laciana y El Bierzo accederán a responsabilidades
provinciales. Benjamín Rubio saldrá elegido vicepresidente la UTT del
combustible de León y Daniel Fernández Taladriz vocal provincial del sindicato
del metal.
También
José Rodríguez salta al Consejo de
Administración de MSP. La empresa se mueve entre la represión y el soborno para
tratar de acallar sus posiciones combativas. MSP ofrece vacaciones pagadas al
minero de CCOO para evitar que acuda a las reuniones y evitar sus posturas
incómodas. En una ocasión el capitán de la Guardia Civil de Villablino, Antonio
Morales, le sugiere que pida el libro de cuentas para que lo analice su mujer (“que era
licenciada”).
Luis de Usía y los Milán del Bosch responden de forma agresiva. A las voces de
los directivos les seguirá un seguimiento policial que solo concluirá tiempo
después con la intervención del guardia civil.
Los
miembros de CCOO que son vocales en el Jurado de Empresa refuerzan su labor con
el apoyo de firmas de compañeros. Los vocales arrancan mejoras que van desde
subidas salariales a vales de carbón para trabajadores o viudas, construcciones
o reparaciones de viviendas o cuartos de aseo.
En
otras ocasiones la empresa pone a trabajadores a dedo. Un ejemplo sería José García de los talleres de AFSA en
Fabero. A pesar de su negativa lo incluyen en la lista. “A mí no me pongan que
yo no voy a ser cómo esos que había”. Cuando sale elegido, comienza por asistir
a los cursos del vertical, a pesar de la negativa empresarial, “les dije que no
me pusieran, yo voy a cumplir”. Y cumple denunciando los incumplimientos
patronales en relación a la ventilación, a la soldadura o a los lavabos. Poco a
poco, se va insertando en la dinámica de las CCOO.
La
movilización para las elecciones contribuye a la extensión y estructuración de
las Comisiones Obreras que van haciendo contactos en empresas medianas y
pequeñas y consiguen coordinarse. En septiembre
de 1975 las CCOO de España hacen un llamamiento a los recién elegidos a que
ejerzan todos los derechos sindicales
y al impulso de plataformas democráticas unitarias. Ensanchar los límites de la
legalidad y conquistar zonas de libertad.
La
victoria de las CCOO termina de desprestigiar al sindicalismo vertical. Años
después, Rodolfo Martín Villa llega a reconocer que las elecciones sindicales
de 1975 fueron “un fracaso político en la medida que se generalizó la impresión
de que las había ganado una oposición sindical cuyo núcleo era el PCE, que se
oponía frontalmente a su estructura”.
Al
desprestigio del régimen contribuye intensa campaña internacional en contra
del fusilamientos de 3 militantes de ETA
y 2 del FRAP. La dictadura responde con una concentración en la Plaza de
Oriente donde ante un Franco tembloroso y
jadeante se jalearán consignas cómo “Si ellos tienen ONU, nosotros tenemos
DOS”.
Ese
mismo mes de octubre la 9ª Reunión General de CCOO condena los asesinatos,
celebra los avances de las Candidaturas Democráticas y Obreras y plantea un
programa para hacer frente a los efectos de la crisis en ciernes, oposición a
los despidos, cobertura de desempleo o adelantos en la edad de jubilación.
Además saluda los avances para la unidad entre la Junta Democrática y la
Plataforma de Convergencia Democrática, impulsada por el PSOE.
En
Paris Benjamín Rubio participa en una reunión de cuadros obreros del PCE. El
partido está pensando en lanzar la huelga general y quiere calibrar las fuerzas.
“Aquí era una zona que si hay ambiente a nivel nacional posiblemente la hubiera
(…) pero otras fuerzas no estaban por esa labor” y finalmente se desestima.
El
17 de noviembre, 3 días antes de que se produzca el hecho biológico, el Secretariado de CCOO lanza la consigna de
movilizarse para evitar un franquismo sin Franco en forma monárquica: “Para nosotros solo existe un camino
que corta de raíz los propósitos del gran capital, tanto si está del lado del “bunker” o de los “aperturistas”. Este camino es la acción.”
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