La minería del carbón es el colectivo laboral que más reflejo ha tenido en la cultura española, posiblemente también en la mundial. La poesía y la música han sido uno de sus focos principales, y entre todas la temáticas, la del accidente es la que más producción ha dado. Quizás, la canción más conocida es la de “Santa Bárbara bendita”, que rememora el accidente del Pozo María Luisa (Ciaño, Asturias) en el que murieron 17 mineros en 1949.
Entre el final del verano y comienzos del otoño de este año 2024 se cumple el aniversario de 3 de los accidentes más importantes que sufrieron las cuencas de Laciana y El Bierzo. Y aunque la tragedia, sea en forma de un accidentado, de una sola víctima mortal o de un enfermo de silicosis, serviría para conmemorar, vamos a aprovechar estas luctuosas efemérides para inaugurar una nueva sección en “Nuestra Historia, El Bierzo y Laciana”. “Versos al accidente minero”, que se une a nuestras “Píldoras literarias”, tratando de reconocer la proyección cultural que el trabajo y las luchas han tenido en estas comarcas.
En concreto nos referimos a los accidentes de los conocidos 10 de María (Caboalles de Abajo, 1979), los 8 de COFASA (Fabero, 1984) y a los menos conocidos 3 del Pozo María Dolores (Torre del Bierzo, 1984). Precisamente este 31 de agosto hace 40 años la cuenca minera de El Bierzo Alto se teñía de luto. El diario El País lo recogía así en sus páginas del 1 de septiembre de 1984:
“Tres mineros, que trabajaban en el interior de la mina María Dolores, situada en Ponferrada (León), fallecieron a media tarde de ayer, probablemente por los efectos producidos por emanaciones de gas. El accidente se produjo en una vieja galería de la mina de carbón, propiedad de la empresa Frelan S L. Los trabajadores fallecidos son José Luis Candelero, José Rubio y Juan Antonio Álvares Viloria, de 22, 38 y 19 años, respectivamente.”A la altura de
noviembre de 1989, cuando se produce el accidente de Fabero, la UGT berciana
recordaba que sólo en los 11 meses que habían transcurrido de año, 15
trabajadores habían muerto en la minería en El Bierzo. El 0,3% de los más de
5.200 accidentes. Lo que nos situaría en cabeza de un siniestro ranking europeo
que “nos asimila a países Tercermundistas, en cuanto a la inseguridad en las
Minas”.
La patronal ponía toda
clase de impedimentos para desarrollar los derechos en materia de seguridad e
higiene en el trabajo. Daniel Taladriz, secretario comarcal de CCOO, denunciaba
la tremenda indefensión en la que vivían los mineros: “El trabajador tiene
miedo, miedo a perder la vida y miedo a perder el puesto de trabajo”.
Concha Martín en Bierzo
7 también hacía la siguiente reflexión:
“Muchas veces oímos
``el minero lo gana bien´´ ¡cómo para no ganarlo! (…)
El peligro sigue siendo
el elemento clave del minero y trabajar con las medidas necesarias de
seguridad, su derecho. Decir luego que la obligación de instalar estas
medidas corresponden al empresario es hablar mucho, por lo visto.”
El miedo y el peligro
seguían acechando, a pesar de que siempre se cargase la responsabilidad sobre
la supuesta “negligencia” del trabajador o el tan repetido mantra del
“accidente fortuito”. Lo cierto es que esta era “una muerte cargada de
culpables” , como denunciaba la
periodista.
Y también es cierto que
en la historia de la minería, por lo menos en estas comarcas, pudimos constatar
muchos accidentes de trabajadores en la mina. Ninguno de un empresario. A pesar
de que antes, y ahora, haya quien diga que son quienes arriesgan. Esta
reflexión, es nuestra. Y de ella nos hacemos cargo.
Y cómo la presentación
de esta sección se nos ha hecho larga, compensamos con unos pequeños versos que
recogía el diario Proa el 4 diciembre de 1963, coincidiendo con la festividad
de Santa Bárbara. Animando a nuestros lectores y lectoras a que nos hagan
llegar sus comentarios con canciones o poesías.
“A
la mujer del minero
se
la puede llamar viuda,
porque
el minero trabaja
dentro
de su sepultura”
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