A comienzos de julio se instala en Casa Virtudes un campamento del Servicio Universitario del Trabajo (SUT). Son 6 estudiantes de medicina procedentes del distrito universitario de Valladolid que combinan trabajo en la mina con un programa de extensión cultural y un informe sociológico. Los fines de la campaña eran "conocer una realidad social y acrecentar y fortalecer la sensibilidad social y política de los universitarios a través de la vida real del pueblo".
Tiempo atrás publicamos
el artículo “El
68 berciano, Matarrosa del Sil” en el que abordamos
todo el conflicto desde sus inicios en la huelga de julio hasta sus
repercusiones que conllevan la convocatoria de una reunión extraordinaria del
Consejo Provincial del Movimiento, la persecución del párroco, el destierro de
la comisión obrera a la provincia de Barcelona, la expulsión de los
estudiantes, el cese de la Jefa Nacional del SUT, María Teresa García y el
comienzo del fin del SUT 18 años después de su puesta en marcha. Hoy contamos
con más datos, documentos originales y testimonios directos que nos permitirían
profundizar en todo ello, pero nos vamos a detener en uno de sus “actos” más interesantes, el del Teatro
de Cámara de Zaragoza.
Dentro de las
actividades planeadas, aparte del trabajo en la mina y el informe, estaba un
programa de extensión cultural, que incluía alfabetización y obras de teatro,
en concreto en Matarrosa el de la Universidad de Zaragoza.
El gobierno civil había
prohibido el teatro por razones burocráticas, en realidad existía la sospecha
policial de que en el grupo que había “elementos subversivos”. El SUT comunicó
que la actuación del grupo teatral “era fundamental para los fines de la
campaña y que esta no se iniciaría mientras no se autorizara su participación”.
Finalmente las autoridades tuvieron que dar marcha atrás. Una vez cuentan con
la autorización Ministerial de la Delegación Provincial de Información y
Turismo se les permite actuar con la "recomendación" de ajustarse a
los libretos de las obras bajo amenaza de suspensión de las obras.
El testimonio de Eduardo
González, uno de los miembros del Teatro de Cámara de Zaragoza (compañero de
Juan Antonio Hormigón y ambos del PCE) señala una reunión con el cura Javier
Rodríguez Sotuela, en la que participan estudiantes y mineros y en un momento
determinado tienen la información de que va a llegar la Guardia Civil y tiene que
salir por la ventana.
La obra se desarrolla
bajo atenta mirada de la Guardia Civil que está presente ya durante la fase del
montaje como se puede apreciar en las fotografías que hoy presentamos y que se conservan
en el Archivo del SUT.
La obra representada
fue “Holganza de rústicos y chufla de marear cultos”, un espectáculo en 2 partes.
En la primera interpretan “La Cárcel de Sevilla” de Miguel de Cervantes y en la
segunda “Biloria. Comedia del famossimo Ruzante”. La compañía estaba presidida
por Mariano Cariñena, Antonio Zubiri era el Secretario Administrativo y el
Colectivo Artístico lo completaban Eduardo González, Mariano Anós, Pablo
Antonio Royo, Rosa Vicente , Mariano Cariñena y Juan Antonio Hormigón .
El folleto de la obra expresaba
la filosofía de la obra y de la compañía
teatral en estos términos:
“UNA EXPERIENCIA DE TEATRO POPULAR
El Teatro de Cámara de
Zaragoza es una compañía independiente dedicada vocacionalmente a la práctica
del teatro. Nuestra experiencia se basa funda mentalmente en la acción sobre un
público ciudadano: estudiantes, obreros, sectores móviles de la burguesía; lo
que nos permite plantear las cuestiones de fondo de la dramaturgia de nuestra
época a través de la movilización y organización del público espectador. Sellar
la alianza entre el pueblo que trabaja y nosotros como exponentes de una faceta
más de las fuerzas de la cultura.
Al ser invitados a
participar en esta campaña de "Educación y trabajo", no dudamos un
momento en aceptar. Dirigirnos a un público nuevo y desconocido casi totalmente
para nosotros, privado históricamente del acceso a la cultura; llegar hasta él,
promover su capacidad de reforma siendo ellos también el núcleo generador de un
nuevo teatro; son lecciones recíprocas que en ningún caso debemos
desaprovechar.
Por todo esto estamos
hoy aquí, frente a vosotros, para ofreceros nuestro espectáculo que quiere ser
divertido aunque encierra verdades muy grandes, realidades bien ciertas que
vosotros debéis descubrir; que os son próximas y habituales y que necesitáis
conocer para poder defenderos y aún atacar. Hemos venido hasta aquí para
alegrarnos juntos y para pensar, juntos también, en la justicia y en el amor,
en los celos y las prisiones, en las cárceles de la ignorancia y en las de la
injusticia, en los hombres degradados y en la sociedad que los produce. Id pues
con nosotros de lo divertido a lo importante, de lo accesorio a lo fundamental
y al concluir habremos recibido lecciones sustanciosas para el futuro. Veamos
en el error la debilidad superable y en la tiranía el origen de la desigualdad
entre los hombres y de su ignorancia. Y si bien os parece cuanto decimos,
reclamad esta cultura que es más vuestra que de nadie y demostrad que sois
capaces de marchar con pie firme. Pero no apresurad el paso todavía, hoy sólo
os hablamos, mitad burlas y veras, de cosas conocidas, habituales y no menos
terribles. Aplaudid si os placen y si no disculpad nuestros muchos defectos.
Para llegar a unir nuestros esfuerzos, aprender un teatro del pueblo y para el
pueblo, debéis mostrarnos primero el error y luego: ayudarnos también a superarlo.
EL COLECTIVO ARTÍSTICO
DEL T. C. Z.”
Posiblemente no
lleguemos nunca a ver la serie de Netflix, pero lo que sí que podremos
disfrutar es la película Camino Negro,
basada en el libro homónimo de la matarrosina María Luisa Picado.
Increíbles sucesos que acontecieron en Matarrosa. Nuestros antepasados lucharon por lo que hoy somos. Enhorabuena por este reportaje.
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