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lunes, 20 de mayo de 2024

La complementaria de la silicosis. Una conquista de los mineros de Laciana

Cuando las escafandras de los astronautas norteamericanos que llegaban a la luna se llenan de polvo selenita, desde Houston les informan que a la vuelta le darían un preparado para la silicosis. Charles Conrad, uno de ellos, contesta “¿Qué es la silicosis?”.

Esta anécdota fue radiada por la Pirenaica en noviembre de 1969. Para la emisora esa era una de las muestras de la separación entre el “pueblo -mineros- y el ejército americano”. Según la radio comunista, esto en España no podría ocurrir, pues hasta los medios oficiales informan de las reivindicaciones de los mineros de León y Asturias.

Por entonces, una lucha tan importante, como poco conocida, se comenzaba a fraguar en Laciana, a pesar de que incluso tuvo su proyección en diarios tan importantes como Pueblo.

El 1 de abril de 1969 entra en vigor la reglamentación del régimen especial de la Seguridad Social para la minería del carbón que establece las bases de cotización en base a los salarios reales y reconoce los coeficientes reductores que ajustan la edad física con la química. Es un derecho conquistado tras años de movilizaciones obreras. Sin embargo, los avances son lentos pero no definitivos.

Con el régimen especial de la minería se pone fin al régimen transitorio. Para muchos trabajadores esto supone la pérdida de la pensión complementaria de silicosis, pagada por la Mutualidad del Carbón del noroeste y que suponía un 25% para tercer grado y un 10% para el 2º, que se añadía a la del Instituto Nacional de Previsión (INP). Una dificultad añadida para unos jubilados por enfermedad cuyas pensiones ya eran exiguas de por sí.

La Comisión Obrera de MSP en Laciana no está de acuerdo con la decisión y comienza una escalada de protestas. Envían continuos escritos al Sindicato Vertical y al Ministerio de Trabajo. Benjamín Rubio organiza una asamblea en el cuarto de Aseo del Trasversal de Villablino, acuerdan realizar un escrito y si sus peticiones no son atendidas, comenzar con huelgas.

La silicosis, ese tatuaje que de forma irreversible y progresiva se forma en los mineros y se traduce en insuficiencias respiratorias, se situará en el centro de las reivindicaciones y en el debate público.

La primera medida es que 170 mineros de la MSP de Laciana firman un escrito impulsado por la Comisión Obrera dirigido al Ministro de Trabajo y al Delegado Nacional de Sindicatos. Exigen una reforma de la Seguridad Social, unificando los seguros en uno de un carácter público dirigido por el Ministerio de Trabajo. El nuevo modelo debía contar “con [la] intervención de los trabajadores (…) desapareciendo así el capital privado que está haciendo negocio a costa de la desgracia del trabajador”. Así como aumentar los porcentajes de renta en el caso de enfermedad profesional. Entre otras demandas sociales (educativas o sanitarias), económicas (salariales, pensiones o protección social) y políticas (libertad sindical o de reunión).

El Sindicato Vertical, que no quiere claudicar ante los mineros, había elegido a dos mutualistas y denunciado ante el Tribunal Supremo. La argucia le sale mal. A finales de 1972 el tribunal falla a favor de los obreros, y tienen que recuperar el 25% para todos los mineros españoles.

A pesar del fallo judicial el problema no está resuelto. A comienzos de 1973 la Mutualidad Laboral de Carbón del Noroeste se compromete a revisar de oficio y conceder nuevamente las pensiones que habían perdido la complementaria de silicosis. La medida podía suponer aumentos de hasta 3000 pts. en la pensión para todos los trabajadores vinculados a la misma.

Lo cierto es que la Mutualidad incumple su compromiso a la espera de la ratificación del Tribunal Central de Trabajo. La Unión de Trabajadores del Sindicato Local de Villablino, presidido por Benjamín Rubio y en el que estaban mineros como José Rodríguez, que había estado liderando el proceso, amenaza con solicitar Conflicto Colectivo legal, si no se resolvía.

En mayo los mineros lacianiegos trasladan al Sindicato Provincial del Combustible el Conflicto Colectivo, que comprende las reivindicaciones y eleva la petición de conflicto colectivo a toda la minería de León. Además realizan un paro de 24 horas en MSP “cómo aviso”.

En el cuarto de aseo de Calderón, Rubio se sube a un banco y explica a los compañeros la necesidad de la huelga. En ese momento “empiezan a moverse” y al final se ordenó que pagaran los retrasos.

Tiempo después, un minero que gana un juicio le da las gracias y le explica el riesgo que han corrido, “¿Tú crees que es lo mismo hacer un conflicto al gobierno que a una empresa”?. No lo era, el propio vertical reconocía que no era sobre la relación laboral entre empresa y trabajador.

Los boletines de la oposición, como En Marcha del PCE de León (julio de 1973), se felicitan por la victoria con la pensión complementaria de silicosis, lo que supone “volver unidos para llevar la lucha a nuestro terreno”.

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