Presentación

Nuestra historia, a modo de presentación

martes, 28 de noviembre de 2023

La conflictiva ampliación de Compostilla II (1981)

A finales de 1980 ENDESA trata de ampliar las instalaciones de la central térmica de Compostilla II en Cubillos del Sil. Esto reaviva un conflicto que había comenzado con su puesta en marcha cuando la muerte de reses ocasionó un gran malestar entre la población de la zona. Vecinos del pueblo se van a oponer a la expropiación de sus tierras. Dicen estar hartos de que “les paguen dos perras”. El bajo precio de la indemnización, entre 37 y 200 pts. m2 (en función de si son de secano o de regadío), lleva a movilizaciones la localidad.

Las frías noches del 26 y 27 de noviembre y 10 y 11 de diciembre fueron largas para unos 400 vecinos que se decidieron a “montar guardia”, cómo recogen las crónicas de la época, cómo el periódico “Servir al Pueblo”. Los vecinos exigen un puesto de trabajo por familia afectada, pues solo 100 de los 600 trabajadores de la central térmica son del pueblo. En las movilizaciones participan militantes del MCE y de CCOO y consiguen impedir temporalmente las expropiaciones.

Poco después, el 3 de marzo de 1981, como si de una batalla se tratase, 200 vecinos frente a 250 policías se dan cita en Cubillos. Es la tercera intentona, un empeño desesperado por mantener sus tierras o conseguir un puesto de trabajo.

La policía carga con dureza. Los vecinos cuentan con la simpatía de los trabajadores de la empresa Duro Felguera que lanza gritos a las Fuerzas de Orden Público. Como resultado 5 personas tienen que ser atendidas en la Residencia Sanitaria “Camino de Santiago”, el hospital comarcal de entonces. Incluidos un niño de 8 años, José Luis Vázquez, con una contusión en un hombro. También un hombre de 62 años, Rafael Calvo, con 3 puntos en la cabeza.

Por la tarde unos 150 vecinos irrumpen en el Pleno del Ayuntamiento de Ponferrada donde leen un manifiesto en el que denuncian el “violento avasallamiento”. Además “Ante este atentado contra las libertades ciudadanas, Cubillos pide al Bierzo, a sus trabajadores, a sus partidos políticos, centrales sindicales y opinión pública en general, que condene esta acción y apoye incondicionalmente los derechos del pueblo”. Y, tras un llamamiento al respeto de las libertades y derechos, concluyen diciendo que “Contra la violencia, usemos las fuerzas populares”.

Los concejales ponferradinos hicieron “oídos sordos” a las peticiones vecinales de Cubillos. Ante esta situación, al terminar, se encierran en el consistorio hasta la una de la tarde del día siguiente, cuando consiguen un pronunciamiento favorable a sus reivindicaciones de partidos (PSOE, PCE, PB) y sindicatos (CCOO y UGT). En él, reconocían el “derecho de los expropiados a un puesto de trabajo en ENDESA”, en una localidad que cuenta por entonces con un 30% de paro. A pesar de ello las demandas no se cumplen y el martes 3 de noviembre de ese mismo año nuevamente 35 vecinos ocupan, y se volverán a encerrar, en el pleno del ayuntamiento de Ponferrada. Las expropiaciones finalmente se produjeron, no sin una fuerte resistencia popular. 

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