El año pasado publicamos el artículo “1978, los inicios de la lucha para salvar Antracitas de Fabero”. Con esta segunda entrada continuamos rastreando los orígenes de la crisis del carbón en la cuenca del Cúa y sus manifestaciones en los años de la transición, especialmente en su principal empresa, AFSA.
Nuestro objetivo es avanzar
en la comprensión del contexto económico, social y político previo al gran
encierro de 1979 en el Pozo Julia, que cerrará esta saga de 4 artículos, con
documentos originales.
El de hoy es un informe de la Federación Estatal Minera de Comisiones Obreras titulado: “ESTUDIO SOCIO-ECONÓMICO DEL MUNICIPIO DE FABERO Y SU ENTORNO, DANDO CUMPLIMIENTO AL ACUERDO TOMADO POR LA SECCIÓN SINDICAL DE COMISIONES OBRERAS DE LA EMPRESA ANTRACITAS DE FABERO, S.A, Y EN RELACIÓN CON EL EXPEDIENTE DE REGULACIÓN DE EMPLOEO PRESENTADO POR DICHA EMPRESA EN LA DELELGACIÓN DE TRABAJO”. Fechado en agosto de 1978 en Sama de Langreo, sede nacional de la Federación. El informe se puede descargar aquí.
Pedimos disculpas a las
y los lectores porque la calidad del documento no es la deseada, pero aun así
se puede leer.
El dossier comienza con
un informe de la situación geográfica y poblacional de Fabero. Municipio que
venía registrando un estancamiento poblacional pero que se ubicaba en el
entorno de los 8150 habitantes. Contaba con 2 colegios, el de la Cortina, el
más nuevo, con una matrícula de 640 alumnos/as. El Instituto de Bachillerato
tiene capacidad para 730 alumnos y el de FP contaba con 350 alumnos. Llama la
atención que existe un “colegio de niñas” denominado “Nuestra Señora de
Fátima”. La pirámide de población muestra una base ancha pues un tercio de la
población municipal está escolarizada, lo que indica una población joven.
A nivel económico la
minería es el monocultivo industrial, capitaneada por AFSA con 800 empleos. El
minero mixto, que todavía complementa el salario con pequeñas explotaciones
agropecuarias, es el modelo más extendido. Destaca, a pesar de las
posibilidades, lo infradesarrollado que se encuentra el sector ganadero.
La segunda parte del
estudio es un “INFORME SOBRE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA EMPRESA ANTRACITAS DE
FABERO S.A” tras el expediente de regulación de empleo del 15 de julio de 1978 que
ya tratamos el año pasado en el artículo “1978,
los inicios de la lucha para salvar Antracitas de Fabero”
(dónde también hacíamos un análisis de la histórica movilización del 3 de
septiembre). Este informe se complementa con otros que la Federación Minera
realizó para reforzar las razones sindicales con un estudio económico de la
situación de la empresa y proponer en primer lugar el “punto muerto” de la
empresa y posteriormente su viabilidad.
El dossier de la FEM de
CCOO se produce tras una visita de una comisión técnica a las instalaciones de
la empresa. Algunos datos que llaman la atención son que frente a 451
trabajadores de interior, hay 393 de exterior, una desproporción manifiesta en
la que el 47% está empleado en labores alejadas al arranque.
Otros problemas están
relacionados con las capas, el abandono del trabajo de preparación o la infrautilización
de los recursos fruto de una "pésima gestión de la empresa" y una
"falta total de previsión".
Por entonces la empresa
tiene unas reservas de más 139 millones de Tm seguras, mucho más amplias si
añadimos las probables y posibles. Los técnicos, por tanto, atribuyen a una
"explotación de rapiña" y una política empresarial "conducente a
la ruina provocada” la pésima situación económica de la compañía.
Hace un análisis
pormenorizado de los distintos grupos, Valdesalguedo, Valdeguiza, Pozo Julia,
Barreras, los cuales podrían dar más producción de llevar a cabo una
preparación adecuada.
El estudio sindical
advierte que la empresa “con toda seguridad” no reinvirtió los pingües beneficios
de los años previos en la empresa sino que fueron derivados a otros sectores
empresariales ajenos a la minería y el abandono de labores de preparación. La
reducción de salarios también ha tenido como consecuencia el abandono de los
trabajadores más cualificados, así como la inseguridad que incide en el
absentismo.
El estudio concluye que
es innecesario el expediente y, por el contrario, necesaria una planificación
empresarial a medio plazo que garantice la viabilidad de la compañía a través
de inversiones y estabilidad. “En una palabra, sustituir el modelo de
crecimiento autoritario por un desarrollo progresivamente democratizado”.
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