Presentación

Nuestra historia, a modo de presentación

viernes, 11 de agosto de 2023

Construcción de “Las Casas Nuevas”. Matarrosa del Sil (1953-55) -Fotografía aérea-

La segunda entrega de las fotografías aéreas está dedicada a “Las Casas Nuevas” e característico poblado minero de Matarrosa del Sil impulsado por Antracitas de Gaiztarro y la Obra Sindical del Hogar en la década de los años 50 del s. XX.

Cómo explicábamos en la primera entrega, dedicada a Toreno, estas fotografías aéreas pertenecen al fondo fotográfico digitalizado de TAF Helicópteros, S.A (TAF: Trabajos Aéreos y Fotogramétricos). Las imágenes vienen catalogadas omo “Habitatges de l'Obra Sindical del Hogar, a Matarrosa del Sil  en la web de Arxius en línea. Continuaremos con esta serie con otras imágenes de Ponferrada (el castillo, la ciudad y las obras y grupos de Endesa) y Villablino, entre otras que se pueden encontrar en el catálogo digital del siguiente enlace:

https://arxiusenlinia.cultura.gencat.cat/#/cercabasica/cerca 

En próximas ocasiones hablaremos de los problemas de vivienda en los pueblos mineros durante los años 40-60, con testimonios y datos oficiales.

Para terminar con esta presentación, y cómo hicimos con la anterior entrega, reproducimos los extractos pertenecientes a Matarrosa del reportaje “El poblado de la torre de piedra y la malagueña que ha vuelto a ver a su madre” publicado por Carlos Fidalgo en El Diario el 16 de mayo de 2021.

El poblado de la torre de piedra y la malagueña que ha vuelto a ver a su madre

(…)

En Matarrosa del Sil

Y en moto se movía, hasta que un accidente de tráfico le dejó impedido del brazo derecho, el antiguo picador de Antracitas de Gaiztarro Pedro Gallego Pérez, sorprendido mientras camina por el poblado ‘gemelo’ de Matarrosa del Sil con un caldero de sobras para alimentar a sus gallinas. Gallego se define a sí mismo como «un titiritero» que ha trabajado en el carbón y en la pizarra, en la obra civil y en una empresa de reparación de maquinaria. Hasta que durante un paseo en su Suzuki 600, un coche le dio en la rueda trasera, se fue al suelo y se golpeó el brazo con una guardabarreras, el gran enemigo de los motoristas. Gallego, que a sus 53 años vive solo y paga un alquiler en el poblado, echa de menos la moto. «En cuanto oigo una se me engachiflan los pelos, para un día que iba bien...», se lamenta con la mascarilla en la barbilla y sin perder la sonrisa.

El poblado de 300 viviendas en Matarrosa —casi se podría considerar una continuación del de Toreno— se edificó sobre un campo de hierba. En una de las viejas fotos que recopila Vuelta, once mujeres de la familia Álvarez sonríen al fotógrafo antes de la construcción. Sus nombres son de otra época. Bertila (que sostiene un botijo), Felines, Felicidad, Encarna, Virtudes, Ernestina, Isabel... Vuelta apenas conoce, sin embargo, los nombres de la niña de las trenzas, Gelines, y su hermano a lomos de un asno, Juanjo, que solo unos años después aparecen en otra fotografía tomada en el mismo lugar con el poblado ya construido.

Los que sonríen bajo la mascarilla, ya estamos al final de la madeja, son una pareja de Málaga que, acabado el estado de alarma, ha conducido durante nueve horas para plantarse en Matarrosa. Se alojan en la casa familiar donde Antonio Doña, barrenista de Antracitas de Gaiztarro natural de Nebrija, vivió con su familia. «Hemos venido a ver a mi madre Ana, que está en la residencia de Las Nieves en Páramo», dice Mari Carmen Doña, criada en el poblado, desde donde hizo el viaje de vuelta a la tierra de sus padres cuando creció. Mari Carmen, que trabaja en una panadería, no veía a su madre, de 96 años, desde agosto. Y confía en que en la próxima visita ya pueda estar con ella sin distancias, sin mascarillas.

La pareja se va. Entonces suena un claxon, aparece una furgoneta que vende fruta. Suena otro claxon. Y el final del hilo nos lleva a un panadero ambulante —parece un guiño al oficio de Mari Carmen—mientras los vecinos salen a la calle a comprar y el periodista descubre toda la vida que brota de Las Casas Nuevas.”

 

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