Presentación

Nuestra historia, a modo de presentación

jueves, 6 de octubre de 2022

Onamio, otro pueblo minero que se hunde (1987)

Onamio es una pedanía del municipio de Molinaseca en El Bierzo. Si en 2022 escribimos en un buscador de internet “Onamio”, las primeras respuestas que nos encontramos son noticias sobre los hundimientos que ha vivido y vive el pueblo a consecuencia de las minas de hierro que se explotaron hasta los años 80. Un hecho que por entonces ya era motivo de denuncias públicas.

Hoy vamos a presentar el resultado indirecto de otra búsqueda, en concreto un artículo de un periódico de vida efímera. El número uno de “Comisiones Obreras. Órgano de la Unión Comarcal de El Bierzo, marzo de 1987”. Este primer, y creemos que último número, lo encontramos entre los fondos que atesora la Biblioteca Nacional de España en Madrid. Un órgano de expresión del cual no tenemos constancia de que tuviese continuidad y que, a modo de curiosidad, su registro legal se hizo en la vecina provincia de Lugo.

En la contraportada viene el artículo “22 vecinos en peligro. Onamio, otro pueblo minero que se hunde”. Una realidad, que compartía (y comparte) con otras localidades mineras cómo Langre o Santa Cruz del Sil. El texto original contiene una serie de erratas que se pueden apreciar en la imagen que ilustra la entrada y que hemos corregido para facilitar su lectura. También 2 cortes en la parte final del texto, lo cual no impide seguir el texto:

22 vecinos en peligro

Onamio, otro pueblo minero que se hunde

Las comarcas mineras suelen ser focos de riqueza para un país y se tendrían que mimar para que una vez que se termine el mineral o no sea rentable su explotación quedarse en las mejores condiciones para que la población tuviera acceso, al menos a su seguridad y subsistencia. Será la paradoja, sin embargo, que quizá sean las comarcas mineras las que sufren los ataques naturales más feroces con el ansia de llenar los bolsillos los unos pocos, hasta ahora, los sucesivos gobiernos no han tenido la voluntad política de solucionar una serie de problemas que se están produciendo en cada pueblo donde se han explotado recursos naturales.

No hace mucho se habló de Santa Cruz del Sil, un pueblo donde se tuvieron que desalojar varias viviendas, de Berlanga y Langre, donde aparecieron grietas en sus calles, en Villamartín del Sil, donde sus fuentes se han quedado secas. Un caso más es hoy ONAMIO, un pueblo que ya ha tenido problemas desde los años 60 cuando tuvieron que ser evacuadas dos familias de sus viviendas y trasladas al poblado de la M.S.P., propietaria de la explotación.

En aquellos momentos según manifiestan los vecinos, Jefatura de Minas observó las cimas que se habían producido y garantizado que no volvería a repisar.

Con nada más que promesas, sin ningún tipo de indemnización, aquellas familias volvieron a sus hogares.

Aquel suceso se ha vuelto a producir, pero agravado. La sima situada en el medio del pueblo es ahora enorme, y al mismo (…) en una calle, sin que haya afectado a las viviendas de los laterales que prácticamente están en el aire al ser un tronco cónico hueco cuyo diámetro menor es su parte superior.

La gravedad del tema se demuestra todavía con mayor fuerza siguiendo el terreno que ocupaba la galería donde se aprecia como en todo su trayecto se está produciendo socavones a dos metros de las viviendas. Según manifiestan los vecinos, cuando esta explotación utilizaba dinamita en varias ocasiones se produjeron roturas de cristales e incluso algunos oían los martillos debajo de su propia cocina, lo que significa que prácticamente es un terreno que tenderá a repisar cada vez más.

Después de observar todos los socavones, algunos con profundidades mayores de 100 metros y sin ningún tipo de señalización, otros se han tapado por la maleza lo que constituye un auténtico peligro para las personas y los animales ya que muchos de ellos están en zonas próximas a caminos que son utilizados a menudo por los vecinos.

En cuanto a posibles soluciones que hayan dado, hasta ahora ninguna solamente han aparecido por el pueblo en una brigada de trabajadores acompañados por la Guardia Civil con intención de rellenar el socavón que se había producido sin ninguna garantía. La dirección de la M.S.P. no apareció en ningún momento. Varios vecinos han manifestado que el socavón no se (…) geológicos que demuestren que el terreno no volverá a repisar, ya que en caso contrario una vez que se hubiese tapado olvidarían como siempre el tema hasta que ocurriese otra vez lo mismo.

También han manifestado que había ido una comisión de la asociación de vecinos a hablar con el gobernador y que les habían recibido con buenas palabras diciendo que el asunto estaba en la vía judicial mientras tanto había que esperar, aunque desde luego tendrían que pagar los daños. En alguna ocasión ya han sucedido muertes de animales que se han caído a los agujeros que se producen al repisar las distintas cámaras, de donde se extraía el mineral, algunas de ellas entre 12 y 14 metros.

Es preciso hacer un pequeño análisis de esta situación ya que cuando una explotación queda como en esta ocasión abandonada se produce una serie de circunstancias que se repiten en todas las minas que dejan de ser explotadas, lo que está ocurriendo en Onamio una vez que se terminan de llenar los bolsillos de explotar el subsuelo más o menos “si te he visto no me acuerdo” el problema que quizá no sea que haya que indemnizar o que haya que hacer una serie de obras para que eso quede en condiciones.

Lógicamente estas dos cosas las tienen que hacer porque han destrozado algo que tiene un valor importante para quienes lo utilizan. Pero el problema de fondo es que hay que evitar que ocurran estos sucesos y que de poco pueda servir a muchas personas que se les indemnice, con cuatro perras les han destruido su único medio de [vida]”. 

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