Si pensamos en Navidades Negras a muchos/as se les vendrá a la mente el documental sobre el conflicto que los mineros de HUNOSA sostuvieron en fechas tan señaladas en 1991. Si hablamos de encierros en el Pozo Julia de Fabero, es probable que la mente se nos vaya al encierro de 1979. Pero no, hoy vamos a hablar de otro menos conocido, el de las navidades de 1969. Ese año los reyes no trajeron carbón a las niñas y niños de la cuenca del Cua, sus padres no lo estaban sacando, estaban en huelga, protagonizando el conflicto más largo durante el franquismo en la provincia de León. El paro que surge en el Pozo Julia pronto se extenderá a otras empresas.
El día 20 de
noviembre de 1969, 250 de los 1.150 “productores” de AFSA comienzan una huelga de
celo en protesta por la modificación de
los destajos. El 21 una comisión de picadores del Pozo Julia se desplaza a León
y comienza un periplo de reuniones, asambleas y escritos a Delegación de
Trabajo, Jurado de Empresa y la OSE.
El conflicto se radicaliza el día 17 de diciembre cuando los picadores del pozo vertical se encierran en la mina reteniendo a un Facultativo durante 36 horas.
Este es el primer registro documentado de esta medida de presión que tendrá gran popularidad en los conflictos de la antracita de los años siguientes y durante la reconversión industrial. Tras su salida, otro encierro paraliza por completo la explotación. El día 20 se unen Valdeguiza y Valdesalguedo. Nuevamente un sinfín de reuniones tienen lugar en Fabero, Ponferrada y León. Llegan las navidades y el conflicto permanece enquistado. El día 30 de diciembre se normaliza la situación excepto en Julia, que oscilará con altibajos hasta el 5 de enero en que las faltas son menores.Sin embargo, el 7 de enero la empresa suspende a 390 mineros y se reproduce la huelga exigiendo la readmisión de los despedidos. Una Asamblea de Enlaces decide la vuelta al trabajo a cambio de la readmisión, pero en Julia no entran los picadores y la empresa sigue con sanciones.
Durante el
conflicto una concentración de mineros, vecinos y familias en la plaza del pozo
es disuelta de forma violenta por la Guardia Civil. El paro se había extendido
por la cuenca. En García Simón, 123 trabajadores sostienen una huelga durante
90 días. En Rafael Alba, al segundo día la empresa presenta un expediente y
cierra.
En
Ponferrada, Bembibre, Fabero, Villablino y San Miguel de las Dueñas el PCE
reparte octavillas apoyando la huelga, critican al régimen y llaman a
solidarizarse con sus hermanos de clase para “acercar la
Huelga General que ponga fin a las injusticias.”
El Comité Provincial considera que la “huelga de Asturias y de Fabero es la
respuesta obrera y popular a los planes del Gobierno de Matesa.”
En
Villablino el 9 de enero se celebra una asamblea en la que analizan el “modo
más eficaz” de desarrollar esa solidaridad. Se produce “una acalorada
discusión”. La falta de un programa reivindicativo y la prima de un millón de
pesetas que la empresa va a repartir desincentivan el paro. Los lacianiegos
deciden que si el lunes 12 no se normaliza la situación en el resto de cuencas
al día siguiente irían a la huelga. Entre el 10 y el 15 se incrementa la
tensión con distintos conatos de huelga que terminarán el día de cobro.
Mundo
Obrero calificará esta huelga como una de las “más duras y emocionantes luchas
de este año [1970].” En la siderúrgica Roldán, en Ponferrada, también se
produce un conflicto y se reparten octavillas denunciando las
condiciones laborales y llamando a la huelga.
El 28 de enero de forma eufemística el diario ABC recoge la “inasistencia al trabajo de mineros leoneses”. El 18 de febrero el Delegado Provincial de Sindicatos envía un informe al Consejo Provincial del Movimiento, recoge los “graves conflictos laborales”, que han afectado a las “empresas especializadas en este tipo de problemas”. El de Antracitas de Fabero se había prolongado durante 53 días involucrando a 348 trabajadores, de los cuales 13 fueron despedidos. En Antonio García Simón, el más extenso, se prolongó 90 días con 123 trabajadores en lucha y se salda con el despido de 8 picadores.
En
abril 9 mineros de AFSA y García Simón todavía no habían sido readmitidos.
Estos solicitan audiencia al Gobernador Civil de León. Gonzalo Gallardo Pérez,
Manuel Álvarez Marcos, Florencio Martínez Ramón, Julio Ruiz Fernández, Ramón
Armesto López, Aquilino González Alfonso, Jaime Ramón Carro, Adolfo González
Fernández, Paulino Julio Álvarez del Molino quieren exponerle su difícil
situación.
La década de 1970 se abre en El Bierzo tras unas navidades sin carbón. Según la radio “Pirenaica”, esta ofensiva de la clase obrera “es el signo combativo de esta ``España de 1970´´”. Con su optimismo habitual Mundo Obrero recogía que “estamos en la fase final de la dictadura”. El periódico oficialista “Ya” se ve obligado a reconocer que no se puede impedir el movimiento huelguístico porque “lo que la ley prohíbe, la realidad lo impone”. Lo cierto es que nos encontramos ante una dictadura que se resiste a morir y una oposición que no tiene capacidad para hacerla caer. Sin embargo, con estas movilizaciones, los mineros de Fabero, contribuyen a minar al régimen.
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