El 1 de enero de 1959 los “barbudos” entran en La Habana. Una guerrilla popular que había tumbado a la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba se convertía en ejemplo para las organizaciones obreras y la izquierda mundial. En todo el tercer mundo y en países cómo la España de los 60, imbuida en una cruel dictadura, tuvo un impacto destacado. Se abría un modelo a seguir, un ejemplo de cómo transitar de una dictadura fascista a una revolución democrática de orientación socialista.
En Laciana sus ecos también se escucharon. Vamos a comprobarlo a través de dos ejemplos, y un tercero en El Bierzo, que pueden darnos una idea del impacto que figuras como Fidel Castro o el Ché Guevara tuvieron en estas comarcas, centrándonos especialmente en la primera. Las fuentes tan alejadas entre sí son el Sindicato Vertical franquista, el Partido Comunista y las Comisiones Obreras y el cristianismo militante de la HOAC.
En 1961 la Delegación
del Sindicato Vertical de Laciana reflejaba la “tensa” situación que se vivía
en las cuencas tras el Plan de Estabilización de 1959. Especialmente por las
consecuencias del Convenio Colectivo de MSP, pues si bien teóricamente recoge
un 15% de aumento en el salario, en la práctica se descontaban de las
bonificaciones y otros conceptos “que no dan lugar a reclamación”. El contexto
es el de un periodo en el que además los precios de los productos de primera
necesidad no paraban de aumentar. Un ejemplo de esto sería la viñeta que
ilustra este artículo publicada en un boletín de las Comisiones Obreras de
Barcelona.
El clima de desafección
lo refleja la Delegación Comarcal en su informe de marzo con las siguientes
palabras:
“Es grande la corriente de afán de emigración, más
que por la cuestión económica, porque dicen ``que donde quiera menos en España
se respeta al obrero´´.
Hablan de Fidel Castro como algo preciso entre nosotros y ya no hay aquel temor
de reuniones ni de hablar en público, como ahora parece veras.
Nos tienen absoluta desconfianza, y solo ven las
cosas por el lado parcial”.
Debemos matizar que el
miedo a hablar o las reuniones libres, son más una declaración retórica que
real, pues seguían y seguirán siendo duramente perseguidas durante todo el
periodo dictatorial. Aún así, la anécdota es un reflejo claro de la gran
simpatía que la revolución en la mayor de las Antillas despertaba entre la
población minera.
En 1962, en plena huelgona ubicaremos el segundo eco. El 5
de mayo estalla la huelga en el pozo María, a los pocos días se convierte en
general en todo el Valle de Laciana. Sin embargo, el día 11 la MSP trata de
romperla promoviendo la vuelta al trabajo de varios esquiroles que, sin
embargo, son frenados por la acción decidida de grupos de mujeres. Algunas son
detenidas tras reivindicar la libertad de varios mineros en una concentración
ante el cuartel de la Guardia Civil de Villablino. El día 14 la benemérita
detiene a Josefa y Antonia, que permanecerán una semana en la comandancia de
Villablino.
Toña,
de San Miguel de Laciana, era hija de represaliados. Su padre había sido
asesinado, junto a la Junta Vecinal de Caboalles de Arriba, en 1937. Esta se
destacaba por su carácter combativo, es descrita por Benjamín Rubio como una
mujer “joven y valiente”, la cual además de enfrentarse a los esquiroles
también lo hizo con la Guardia Civil. Interrogada en el cuartel sobre su
procedencia, la muchacha responde:
“Española,
pero desearía ser cubana para estar con Fidel Castro”.
Por último, Sil abajo,
señalaremos al párroco de Matarrosa del Sil, Javier Rodríguez Sotuela. En su
canción “Y por eso lo mataron” personifica en Jesucristo la figura del Ché Guevara. Un hecho que le supondrá no
pocos problemas. Incluso la detención por parte de la Brigada Político Social a
tres miembros de los “Luises” de León que organizaron un recital en la capital
provincial en 1970. La causa eran sus letras que se referían “al Ché y a la
revolución cubana.”
“Y
por eso lo mataron”
“(…)
Él era un hombre
libre,
nunca fue
esclavo,
conservó su
libertad sobre la muerte.
Su verdad nos
hizo libres,
Su amor nos hizo
hermanos.
Rescató la
libertad para los hombres.
Y por eso lo
mataron.
Él los
estorbaba,
Lo procesaron,
Predicaba la
igualdad para los hombres,
Libertad para
los pueblos,
Justicia para
los pobres.
Destronó de su
poder a los soberbios.
Y por eso lo
mataron".
Yo viví éste momento frente a "la Cantina" de Villager.
ResponderEliminarUn pequeño detalle: La viñeta que ilustra éste artículo, es obra del reciente fallecido IVÁ y corresponde a la añorada y ya desparecida revista "El Pápus". No es de CC.OO. A cada uno lo suyo.