El de 1963 fue un
verano calentito en El Bierzo y Laciana, y no únicamente por las temperaturas
propias de la época estival. Entre agosto y septiembre se desarrolla la segunda
oleada huelguística en apenas un año que paraliza las cuencas mineras y que
tiene una incidencia destacada en Ponferrada. Sin embargo, a estos destacados
conflictos, se les va a unir otro de menor envergadura, pero de especial
significación por quien lo protagoniza, las mujeres Camponaraya.
El 16 de septiembre Radio
España Independiente (REI) emite un amplio reportaje en el que narra los hechos
de la huelga en Fabero, Toreno, Villablino, Villaseca, etc. Denuncia los abusos
en distintas empresas (AFSA, COFASA o MSP de Ponferrada y Laciana) y explica las
reivindicaciones de los trabajadores.
Afirma que “la moral de
los mineros está alta” y se despide diciendo que “a los mineros de León, a sus
abnegadas mujeres, a cuantos les ayudan, labradores, comerciantes, personas de
conciencia humana, el saludo emocionado de la España obrera y democrática a
través de la PIRENAICA”, antes de poner una canción popular leonesa.
Sin embargo, el hecho
que venimos a señalar es que antes de la información dedicada a las luchas mineras
la emisora antifranquista refleja las protestas espontáneas que se desarrollan en
El Bierzo bajo y que merecieron varios reportajes del programa Almanaque
Campesino.
El “desconcierto” reina
entre los agricultores de El Bierzo bajo ante las intenciones gubernamentales
de proceder a una concentración parcelaria. La REI se hace eco de una protesta
espontanea en Camponaraya. Allí las mujeres y sus hijos e hijas, se “agruparon
con palos, herramientas y lo que pillaron para sacar de sus tierras a los que
iban a medir el terreno” Temían que se infravaloren los terrenos y exclaman que
no estaban dispuestas a “dejarse robar la tierra” para llevar a cabo esa “concentración
parcelaria franquista”.
Se enfrentan a los
funcionarios diciendo que “mientras tengamos suficiente para vivir con el
sueldo que ganan nuestro maridos, no tocarán Vds. Nuestra tierras”.
Al mismo tiempo en
Cacabelos también se dan otras protestas de baja intensidad. Allí las
autoridades tratan de promover una cooperativa para los viñadores, que el Estado
se encargaría de cavar y dotar de facilidades económicas. El malestar crecerá en la Villa del Cua cuando se les pide dinero
por adelantado. Los agricultores denuncian a través de las ondas de REI que se
les forzaba a unirse bajo la amenaza de perder las viñas.
Los vecinos se
organizan y se niegan a firmar las hojas oficiales que había repartido el
ayuntamiento, otros envían escritos a Madrid, para evitar el “robo” del que les quieren hacer víctimas esos “sinvergüenzas”, declaraban a REI. Los campesinos se quejaban de que
el precio oficial de los formularios era de 70 céntimos, mientras se las habían
querido vender a 15 pts. Ante las protestas, en algunos pueblos se los dan
gratis y en otros, aun así, tendrán que pagar entre 2,4 y 6 pts.
Estas denuncias serán
recogidas en días posteriores en el programa Almanaque campesino, a
donde llega la información a través de corresponsales locales. El día en que en
Camponarya celebraban la Virgen de la Soledad, la emisora comunista hacía un reconocimiento
más terrenal. Alentaba las luchas campesinas en toda la comarca poniendo como
ejemplo a las mujeres de este pueblo: “Campesinos de El Bierzo, no dejéis que
hagan lo que quieran. Tomamos ejemplo de las mujeres de Camponaraya”.
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