“LA BATALLA DE LA A-66”,
Cosas negras en el monte
¿Qué coño eso será?
¡Son los antidisturbios
que leña vienen a dar!
El día 7 de Febrero
es fecha para recordar
por los palos que nos dieron
gracias a Sandoval
La autopista no cortamos
no nos dejaron llegar
pues una nube de pelotas
empezó a descargar
Había botes de humo
nos hartamos de llorar,
por la madre de todos ellos,
que no pudieron abortar.
Nos jodieron los coches
nos robaron los casset
y no nos dejaron siquiera
ni la merienda comer.
Sudamos como cochinos
de tanto correr y correr
por la cuenta que nos tenía
el no dejarnos coger.
Con piedras nos defendimos
y algún que otro menal
pero los malditos de ellos
¡que
jodidos son de dar!
Con
estos versos continuamos con la trilogía a las luchas del 92, tras la
recuperación del poema “A
los encerrados” en Calderón. En este caso nos referimos
a los acontecimientos del 7 de febrero de 1992, cuando una dura represión hacia
las protestas mineras, hacía presagiar la dureza de lo que vendría después y
que acabará desembocando en la Marcha Negra.
Para
aportar contexto, vamos a reproducir un fragmento del artículo “Historia
de la primera 'Marcha Negra', la lucha que logró mantener la actividad minera
en una Laciana hoy sin carbón” de Luis Álvarez, que
en su reportaje publicado en 2021 describía así los hechos:
“El día 4 de febrero con
el encierro comienza la huelga prevista de 24 días. Además de los encerrados se
constituye un comité de huelga integrado por un miembro de cada sindicato:
Asociación de Vigilantes, USO, CCOO y UGT. Organización y control son las
premisas de cualquier organización o movilización colectiva de cualquier tipo.
Primera acción. El día 7 de febrero un corte de carretera en la autopista
AP-66 que une León con Asturias a la altura del puente Fernández Casado, en el
embalse de Los Barrios de Luna. El gobernador civil de entonces, Antonio
Sandoval, envía equipos antidisturbios que provoca un enfrentamiento, que se
transforma de inmediato en indignación y rabia. Los destrozos ocasionados en
casi 70 vehículos de los mineros, que aparecieron con roturas, abollones,
ruedas pinchadas, generaron una gran indignación. El balance de ese día fue de
16 detenidos y 11 heridos por ambas partes.
Las imágenes publicadas en los medios provinciales son estremecedoras,
obtenidas pese a las amenazas de los agentes y en algunos casos contra los
agentes. Los mineros regresaron a Villablino indignados y cargados de rabia,
que pretenden descargar en el cuartel de la Guardia Civil al que rodean y
apedrean, poniéndole incluso un ojo a la virulé de una pedrada a uno de los
miembros del comité de huelga (Secundino Blanco), que pretendía,
interponiéndose entre apedreadores y cuartel, apaciguar los ánimos.
Las reacciones y declaraciones contra el gobernador o a su favor son
numerosas y de todo tipo, incluso se solicita una comparecencia en el Congreso
del Ministro del Interior José Luis Corcuera, para que explique esta actuación
de los agentes del GRS (Grupos Rurales de Seguridad de la Guardia Civil).”
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