Presentación

Nuestra historia, a modo de presentación

sábado, 11 de enero de 2025

Ángel Pestaña, el líder sindical anarcosindicalista que da nombre a las piscinas climatizadas del Plantío en Ponferrada

En este tiempo de invierno son muchos y muchas usuarias de las piscinas climatizadas del Plantío en Ponferrada. Otros, sin utilizarlas, saben de su existencia. Son menos quienes conocen que su nombre es Ángel Pestaña, y están ubicadas en la calle homónima de la capital berciana. Pero son ya muy pocos quienes conocen quien fue este histórico sindicalista que llegó a ser Secretario General de la Confederación Nacional del Trabajo y líder del Partido Sindicalista, natural de Santo Tomás de las Ollas.

Y es que, uno no suele ser profeta en su tierra. Y esto lo afirmamos no solo por su desconocimiento actual, sino por los enfrentamientos que tuvo en los años 30 con trabajadores de la comarca cuando acudió a dar un mitin a Ponferrada, especialmente con mineros de Fabero. Cuestión que abordaremos en una próxima entrega. Cómo también nos centraremos, cruzando el Atlántico y llegando a México, en la semblanza que el periodista Paco Ignacio Taibo II, realizó de su figura.

Hoy nos vamos a centrar en esbozar un perfil histórico del anarcosindicalista, fundador del Partido Sindicalista. Para ello nos serviremos de dos documentos, de dos épocas y en dos formatos diferentes.

Por un lado, una fuente primaria. La noticia de su muerte en el periódico Crónica del 19 de diciembre de 1937 titulada "Pestaña, el líder ecuánime y justo, que poseía el don, raro en España, de la ternura". Y que reproducimos al final para facilitar su lectura.


Por otro lado, una fuente secundaria. En este caso una entrevista radiofónica de Fernando Tascón al historiador Paco Balado en Radio Bierzo. Podcast que nos da una visión de su proyección nacional e internacional. Desde papel en las polémicas del movimiento obrero y el anarcosindicalismo del primer tercio del siglo XX hasta su funeral con honores de Estado en la Barcelona de la guerra española.

Se puede escuchar completo aquí:

https://cadenaser.com/emisora/2020/11/11/radio_bierzo/1605098796_110282.html

 

Crónica (19/12/1937, página 2)

"Pestaña, el líder ecuánime y justo, que poseía el don, raro en España, de la ternura

De Ángel Pestaña, fundador y jefe del Partido Sindicalista, pueden decirse muchas y muy buenas cosas en esta hora del elogio póstumo. Pero por delante de todas las justas alabanzas ha de ir el siguiente juicio exacto, y que nadie podía discutir: Pestaña era, ante todo y sobre todo, un perfecto hombre de bien.

Si la mayoría de los que intervinieron en la vida pública de nuestro país hubieran tenido esta cualidad que en Pestaña era esencial, no habría llegado jamás España a la tragedia espantosa que ahora sufre.

Pero ha sido siempre nuestro país tierra de pasiones ciegas, de fanatismos intransigentes, de odios implacables; y en el vendaval de esas vehemencias han navegado y han ascendido a los altos puestos demasiados cucos—planeadores con alas de intriga, y sin motor de talento—, que iban «a lo suyo», al provecho, sin ocuparse para nada del hiende la Patria, por el cual estaban obligados a velar. Así ha ido nuestra desdichada historia, llevándonos paulatinamente hacia la hecatombe actual.

Hay un don humano, el de la ternura, muy raro en España, donde el carácter es duro, por lo general.

Ese don de ternura lleva consigo las cualidades fundamentales del hombre de bien: la ecuanimidad, y, por lo tanto, la justicia verdadera; la honestidad, y, por lo tanto, el renunciamiento a todo interés personal, cuyo logro habría de perjudicar a los demás; la sensibilidad, y, por lo- tanto, el afán de remediar o de mitigar todo sufrimiento.

La ternura no significa falta de energía, sino todo lo contrario. Para practicar las virtudes que tienen su origen en la ternura es necesaria mucha más energía que para dejarse llevar por los impulsos, no siempre nobles, de la dureza; y nada exige y produce al par mayor cantidad de energía que la abnegación, merced a la cual el hombre comienza por imponerse a sí mismo las normas de rectitud y de sacrificio que, llegada la ocasión, puede exigir legítimamente de los demás con la autoridad indiscutible de su propio ejemplo.

Pestaña poseía en alto grado tales virtudes, y, además, inteligencia y perspicacia sobradas para darse cuenta de que no abundaban entre los demás. Por ello, fue siempre un solitario, y a dirigir una multitud prefirió la jefatura de un corto número de compañeros elegidos.

Con la muerte de Pestaña perdemos una gran figura, muy necesaria siempre, pero aun más en estos momentos.

Cataluña, patria adoptiva del líder sindicalista, está de duelo: lo estamos, igualmente, todos los hombres de buena voluntad.

Nació Ángel Pestaña el año 1886, en Santo Tomás de las Ollas, pueblecito cercano a Ponferrada del Bierzo (León).

Comenzó a trabajar a los diez años, en Cobarón, en las minas. A los diez y ocho años dio su primera conferencia, en Sestao, defendiendo la jornada de ocho horas, siendo detenido.

Se trasladó a Barcelona. Empezó a escribir en Tierra y Libertad y Solidaridad Obrera, tomando parte activa en mítines y conferencias de carácter sindical, sin que perteneciera todavía a organización alguna.

Posteriormente ingresó en la Confederación Nacional del Trabajo, fundando después el Partido Sindicalista.”

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