Presentación

Nuestra historia, a modo de presentación

lunes, 6 de marzo de 2023

“Historias de vida”. Mineras de Santa Marina de Torre (Entrevista)


“Estoy contesta de estar aquí porque me recuerda nuestros años de juventud cuando por este camino pasábamos a las 7 o las 8 de la mañana a trabajar a la mina de la plata. Qué tiempos aquellos quien volviera a encontrarlos…” Así empieza esta entrevista a 5 mineras de Santa Marina de Torre.

La grabación fue realizada por el ENE Museo de Ponferrada el 14 de marzo de 2014 y se puede consultar completa aquí.

En el canal del museo podemos encontrar otras a mineros de Fabero o un trabajador ferroviario. En la web (http://lafabricadeluz.org/iper/ ) también se puede acceder a fotografías y documentos que nos permiten reconstruir Nuestra Historia, la de Laciana y El Bierzo.

En 2021 publicamos el artículo “Mujeres mineras en El Bierzo” en el que contábamos un poco la historia de las grandes olvidadas, hoy nos proponemos escucharlas directamente.

La entrevista recoge preguntas sobre la historia de estas obreras, sus hábitos de vida, de higiene, el ocio o la sociabilidad. Como Guiana se las hacía a su abuela Libertad Aurora en la novela corta “La línea” del libro “¿Dónde está nuestro pan?” del escritor Abel Aparicio, quizás la obra que más ha contribuido a visibilizar el trabajo de las mujeres mineras en los últimos años.

Ellas también dejaron los mejores años de su vida en la mina. Cómo explica una de las protagonistas de la entrevista: “Pasamos muchas calamidades, pero también lo pasábamos bien”. Quien recuerda que los de la cara negra, también fueron las de la cara negra. “Cuando salíamos de la mina no sabíamos si éramos blancas o éramos negras”.

Una de las constantes de las entrevistas a mineras es el compañerismo y las bromas de trabajo, incluso a sus colegas varones. Desde atarles los pantalones de la funda a los mineros a llenárselos de piedra. Comportamientos que forman parte de esa cultura obrera en que el humor es una medicina para sobrellevar las dificultades de la vida. Entre ellos también el cantar, cómo recuerda una minera “Cantábamos mucho”.

En el vídeo estas mujeres obreras relatan su trabajo, como cribaban el carbón y lo seleccionaban. Una dura labor por la que les “pagaban una miseria” a pesar de largas y penosas jornadas: “Estábamos día y noche trabajando (…) Dónde no metían a los hombres metían a las mujeres”, relata una de ellas.

Las estrecheces económicas se sortean entre el ingenio y la deficiente alimentación. Las obreras llevaban de merienda “patatas fritas con cebolla, para que no se pusieran duras”. “Éramos tercermundistas, cómo esos niños que se ven por ahí” explica otra.

“Trabajábamos en la mina, trabajábamos en el campo, trabajábamos lavando”. Las mineras son conscientes de la doble o la triple tarea a la que se enfrentan las mujeres de clase trabajadora. Cuando terminan la jornada laboral tienen que hacer frente a multitud de tareas, preparar la comida, lavar y coser la ropa o limpiar la casa. En cambio, “ellos, iban a la mina y manos limpias, iban 14 para el bar y no se preocupaban”.

La vida laboral de las mujeres era intensa pero corta en la mayor parte de las ocasiones, una etapa intermedia entre el abandono de la infancia y el casamiento, en su mayor parte con mineros. “Todas salíamos de la mina para casarnos” apuntan, mientras recuerdan que les daban 5.000 pts. a modo de finiquito.

Las risas, la vitalidad, la alegría de estas mujeres obreras forman parte de la cultura y la historia obrera de la comarca. Estas “hijas de la derrota” cómo se autodefinía Libertad Aurora en la antedicha novela de Aparicio, todavía tienen mucho que decir, y nosotros, mucho que escuchar para poder contar.

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