A finales de agosto de 2022 se puso en marcha la exposición fotográfica "La minería en el municipio de Igüeña" desarrollada por la joven Valeria Rodríguez Álvarez, vecina de la localidad y estudiante universitaria.
Una interesante iniciativa que Rodríguez
defiende afirmando que “el patrimonio industrial es también parte de la
historia y digno de ser investigado". Un punto de vista que desde Nuestra
Historia, El Bierzo y Laciana hemos defendido y compartimos con esta estudiante
del Doble Grado en Historia e Historia del Arte.
Uno de los reportajes, elaborado por Abel Aparicio para ileon.com recogía una muestra de la exposición con un panel sobre los encierros producidos en Minas Josefita S.L. en 1983 y 1986. Por aquel entonces, se dio la coincidencia de que nos encontrábamos estudiando esas luchas obreras y hoy aprovechamos para explicarlas con este artículo.
El año 1983 se encuentra marcado por
las duras luchas por el Estatuto Minero. Una guerra
civil entre mineros por la división sindical. UGT es partidaria de aprobar
un Estatuto rebajado con respecto a la propuesta del PSOE en la oposición, para
no desgastar al ejecutivo, y CCOO de movilizarse por un Estatuto integral.
A ello se añaden
los tradicionales problemas del sector, especialmente en cuencas cómo la del
Bierzo Alto caracterizadas por explotaciones pequeñas y donde el desarrollo de la
organización sindical es más difícil y el autoritarismo empresarial es más
acusado.
El sábado 29 de
octubre de 1983 15 mineros se encierra en la mina Josefita, en Tremor de Arriba, reteniendo a dos
responsables de la explotación, que ponen en libertad poco después tras la
intermediación del médico y el alcalde de Igüeña. Exigen la readmisión de 9
despedidos en “actitud de fuerza” por plantear que la nueva jornada semanal de
5 días deje libres los sábados. El calendario laboral había sido impuesto sin
acuerdo con los trabajadores.
Las Uniones
Locales de los sindicatos CCOO y UGT lanzan un manifiesto “A todos los mineros
y la opinión pública” en el que piden la solidaridad a todos los mineros y
habitantes del Bierzo. Justifican el encierro ante “la negativa total y
reincidente de la empresa a negociar, [lo que] ha obligado a los trabajadores,
como única salida a encerrarse”. En el llamamiento advierten que será por
tiempo indefinido y que de no llegarse a un acuerdo el martes 1 de noviembre,
tras tres días de encierro, empezarán una huelga de hambre en el interior de la
mina. Además instan a los mineros de El Bierzo a secundar una huelga para
“poder presionar” para el día 3, y recuerdan que los de la zona de Igüeña y
Tremor ya han parado en solidaridad.
Las
negociaciones celebradas en la Dirección Provincial de Trabajo resultan
infructuosas. El paro se hace general en las empresas de la zona y el día 1
sube de intensidad cuando los encerrados comienzan la anunciada huelga de
hambre. El jueves 3 de noviembre se produce una huelga general en la minería de
El Bierzo Alto, Tremor, Torre y Bembibre, y comercial en Tremor.
El día 8
abandonan el encierro tras 11 días y un enfrentamiento entre CC OO y UGT, que
no contaba con representación en la empresa. El secretario provincial del
sindicato socialista, Fermín Carnero, justifica su intervención porque “la
situación estaba podrida”. Los mineros salen del encierro tras hablar con
dirigentes de CC OO y no encontrar salida a la situación. Tienen la promesa de
una reunión negociadora, pero el conflicto termina con 6 despedidos y deja
tocado al sindicato que no se recupera hasta 3 años después con la llegada de
Ambrosio.
La tensión
laboral se mantiene en la empresa. A comienzos de 1986 los trabajadores
protestan frente al incumplimiento de los topes de horarios de la jornada
laboral y del descanso en sábado cómo contempla el Estatuto Minero aprobado a
finales de 1983, un mes después del primer encierro. CCOO trata de promover
elecciones sindicales, para poner fin a los “desmanes” de la empresa. Ante el
preaviso, la empresa responde con 3 despidos, Ambrosio, Ramiro y Aurelio, que
acaban elevándose a 10.
El 16 de enero de 1986 comienza una huelga en
Josefita. Una movilización que se radicaliza ante la intransigencia patronal.
La empresa amenaza en el diario El País con una
demanda judicial contra el Comité de huelga y CCOO, a quienes acusa de promover
"acciones ilegales". Entre ellas estarían el corte del fluido
eléctrico de la explotación o agresiones y coacciones a los esquiroles.
La FELE (Federación Leonesa de Empresarios) y la
Asociación de Minas de Antracita de León solicitan la intervención del
Gobernador Civil de León, Antonio Hernández, por "la difícil situación por
la que atraviesa la empresa".
Desde finales de enero fuerzas de la Guardia
Civil se apostan en los alrededores de la mina, lo que causa un fuerte rechazo
entre los vecinos de Tremor Arriba. El alcalde de Igüeña, Laudino García, del PCE, pide la
dimisión del gobernador.
El día 4 de febrero Comisiones Obreras convoca
una huelga general en la minería de El Bierzo Alto, con la oposición de UGT, en
protesta por los despidos. Más de 2.000 de los 3.000 trabajadores de la zona se
suman al paro, según CCOO, menos de un millar, según el Gobierno Civil.
El 5 de febrero 6 trabajadores, entre los que se
encuentran los 3 despedidos, Miguel, Javier y otro compañero, se encierran a
130 metros de profundidad. Tras un mes de encierro los huelguistas consiguen
doblar el brazo a la empresa que permite la celebración de elecciones
sindicales. En el desenlace intervienen negociando Manuel Nevado (Secretario
General de la Federación Estatal Minera de CCOO) y Gonzalo Díaz (Secretario de
la Federación Minera de CCOO de Castilla y León). CCOO vence en los comicios y refuerza
su afiliación de manera destacada.
No será la última movilización de la empresa que
en 1988 se enfrenta al cierre. En esta ocasión los trabajadores ampliarán el
repertorio de acciones de protesta. Los cortes de carretera y suministros a
Compostilla con neumáticos ardiendo serán una nueva forma de visibilizar los
problemas de un sector antracitero que comienza a ver expedientes de crisis y
un goteo de cierres.
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