Presentación

Nuestra historia, a modo de presentación

viernes, 2 de septiembre de 2022

Celso López Gavela: “Difícil Democracia”. La primera encina tras el 23-f (1981).

La de 1981 fue la primera Encina tras el golpe de Estado fallido del 23-f. Un golpe que condicionó el devenir político de los meses y años siguientes en España. La Ponferrada de la época estaba gobernada por Celso López Gavela, del PSOE, elegido en 1979 en las primeras elecciones municipales tras la restauración de la democracia.

En el periódico elaborado por la Comisión de Fiestas y el Ayuntamiento con motivo de la Encina aparece el programa entre otros artículos y entrevistas de sociedad y política. Destaca una desenfadada editorial, firmada por Ignacio Linares, “Días de festejo, vacación, verbena y zarandajo”, que deja a las claras su ruptura con las presentaciones “ortodoxas” de las fiestas. Hasta el punto que se permite hacer chistes con el presidente del gobierno: “Para triste, Calvo (atún, ¡claro!, no el Sotelo)…”. O incluso aconsejar al vecindario: “Beba cuanto le pete, cante hasta el amanecer y con el cuerpo morón recuerda al llegar el alba, a los de la Comisión”.

Sin embargo, hemos recogido un artículo de portada, lo firma el alcalde y lleva por título “Difícil democracia”.

Un discurso centrado en clave nacional y municipalista, pero no local (si entendemos por ello la ciudad de Ponferrada), que apela a una defensa del sistema democrático. El contexto viene marcado por una transición que no termina y la intentona golpista de Tejero y por el desencanto o la desafección ante un cambio que no satisface todos los anhelos de cambio o no es capaz de solucionar todos los problemas.

Independientemente de la opinión que cada uno pueda tener del texto o del autor, es un reflejo interesante de la época y la politización que se vive. Llama la atención la forma de designar a la dictadura franquista cómo “etapa pre-democrática”.

A continuación lo reproducimos completo:

“Difícil democracia

Es frecuente escuchar que la democracia no ha mejorado las cosas en España. Los que hablan de ese modo esperaban, al parecer, que por arte de magia, la democracia remediase todos los males de nuestro país. Confiaban en que unos meses, o como máximo un año o dos, de democracia nos podrían al nivel de los países más adelantados de Europa.

Pero la democracia no surge de repente. No son suficientes unas elecciones libres para que podamos considerarnos instalados en la democracia. Esos países de Europa a los que muchos miran como modelo, necesitaron muchos años de ejercicio democrático para alcanzar el nivel de libertad  y progreso que hoy disfrutan, y para ello tuvieron que enfrentarse con una gran fe.

Tendrán que pasar bastantes años antes de que podamos considerarnos un país verdaderamente democrático. Democracia es aprender a vivir respetándonos unos a otros, y eso cuesta… especialmente a los que nunca se educaron para ese respeto mutuo, respeto que sólo irá surgiendo a medida que se vaya profundizando en el ejercicio de la democracia.

No es la constancia nuestra cualidad más característica. El escepticismo de unos y el cinismo de otros, hacen muy frecuente el derrotismo en nuestro país. Hay quienes dicen que antes se vivía mejor, sin caer en la cuenta de que todos los males de España son muy antiguos y que hace falta mucho trabajo y mucha paciencia para solucionar nuestros problemas.

No vamos a negar que durante la etapa pre-democrática se trabajó y que incluso se consiguieron realizaciones importantes. Pero las decisiones se tomaban sin consultar al pueblo, sin conocer realmente sus necesidades y, sobre todo, sus aspiraciones, y toda persona que desempeña una función pública que no está sometida a una crítica libre, tiende a enfocar los problemas desde un punto de vista personal, muchas veces erróneo. La democracia permite esa crítica y una severa vigilancia sobre las personas que ostentan cargos públicos, quienes, aunque sólo por eso fuera, ya cuidan mucho sus decisiones y su actuación general.

La democracia llevada a los municipios, está consiguiendo que los problemas de los ciudadano y, a su vez, los vecinos tienen libertad para hacer llegar a sus representantes sus necesidades y aspiraciones, e incluso, acceso al propio Ayuntamiento para plantear sus problemas, y formular sus reclamaciones. Ha acercado a alcaldes y concejales al pueblo y ha creado en ellos la convicción de que son servidores del pueblos por el que han sido elegidos y al que tendrán que rendir cuentas de su gestión, y que su misión consiste en buscar lo mejor para la ciudad y sus habitantes, sin privilegios para nadie, pero preocupándose siempre, de forma especial, de aquellos que la sociedad ha tratado injustamente hasta ahora.

La democracia la estamos creando entre todos, y la estamos creando con grandes dificultades, con vacilaciones y tropiezos, pero trabajando sin desmayo, y con la absoluta confianza en que traerá lo mejor para nuestro país.

Sólo con honradez, con respeto a los demás y con esfuerzos contantes conseguiremos vivir en democracia y libertad. Y sólo con libertad y democracia se conseguirá que la vida de los españoles sea más justa y alcance una mayor igualdad.

Celso López Gavela

Alcalde de Ponferrada”.

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