Presentación

Nuestra historia, a modo de presentación

viernes, 30 de abril de 2021

Francisco Beltrán y el 1º de mayo de 1968 en Ponferrada

La clase obrera despierta, sufre, se organiza y lucha”. Así rezaba, y nunca mejor dicho, el encabezamiento de un artículo que el párroco Francisco Beltrán Beltrán publicaba con motivo del 1º de mayo de 1968. No era París, era Ponferrada.

Durante los años finales de la dictadura franquista, un grupo de sacerdotes ligados a los movimientos católicos de la HOAC y la JOC se incorporaron a la lucha frente al régimen. Álvarez de Paz, Miguel Rubio, Javier Rodríguez o el propio Beltrán son algunos de quienes se sumaron al apostolado obrero y al compromiso temporal. Son pocos, pero influyentes.

Francisco Beltrán, era Provicario del Bierzo y Consiliario Interparroquial de la HOAC, destacaba “por su agresividad”, según las autoridades, con el Sindicato Vertical. Beltrán colaboraba con el movimiento antifranquista y apoyaba las movilizaciones de trabajadores. “No dejaban moverse a nadie y nosotros decíamos que no, que había que moverse”, justificaba el propio Francisco.

Durante 1968 las actividades opositoras fueron en aumento en El Bierzo. Incluso en los medios católicos se reivindicará el 1º de mayo. Una jornada que había sido prohibida por su carácter subversivo. Sustituida por el 18 de Julio, fecha del golpe de Estado, como Fiesta de Exaltación del Trabajo Nacional, un día de “hermandad entre empresarios y obreros”. No será hasta 1955 cuando Pio XII instaurará  la fiesta de San José Artesano, que pasará a ser festivo laboral en España.

El de 1968 será un “San José Artesano” diferente, Beltrán ya se había negado a dar misa para el Sindicato Vertical el año anterior alegando compromisos previos. Ahora, el militante la Acción Católica ponferradina denuncia en un artículo del periódico eclesiástico Día 7 el papel de la jerarquía de la iglesia y su connivencia con el régimen, una de las causas de la “descristianización de los trabajadores”. Afirma que “en los obreros hay una profunda desilusión ante el testimonio que han recibido de los distintos estamentos de la Iglesia”. El texto vierte duras críticas contra el sistema, destacando que “el auténtico obrero no se incorporó ni se incorporará jamás a una Iglesia demasiado humana, en maridaje con el capitalismo y con la política sostenedora de una sociedad de la que se siente desplazado o marginado, muda ante la injusticia y sorda a sus voces.”

Las líneas del sacerdote, además de cargar contra el paro, la congelación salarial, la inflación o las pensiones, son un alegato del Día del Trabajo:

“La fecha del 1º de mayo constituye en la Historia del Movimiento obrero el punto álgido de las aspiraciones, de los dolores, de las angustias y de sus miserias. (...) Cualquier persona medianamente informada, sabe que la clase obrera española vive a estas alturas un momento especialmente difícil y preocupante en todos los órdenes.”

Sin embargo, no se quedará ahí y realiza una crítica abiertamente política al régimen, la falta de democracia, de libertades de expresión y organización o la represión:

“Del lado social y político, la ausencia total de órganos de expresión, de prensa obrera, (…) la carencia del derecho de reunión, del derecho de huelga, la ineficiencia del derecho de asociación (...) la represión directa o indirecta de todos aquellos que se significan por la defensa de los derechos y aspiraciones de la clase obrera, la ausencia de cauces directos y eficaces para una participación activa y leal en la vida pública.”

El artículo, como era de esperar, levanta ampollas entre las autoridades franquistas. El Consejo del Movimiento de Ponferrada presiona para cesar a Beltrán como asesor de la Delegación Sindical. Los jerarcas argumentan su “orientación y asesoramiento” durante las últimas huelgas a los mineros de Fabero y Matarrosa a través de “sacerdotes activistas y progresistas”.

Las gestiones habían llegado al máximo nivel. El Delegado Nacional de Sindicatos traslada sus quejas al Asesor Nacional de la Organización Sindical, el Obispo de León. Además, el nombre de Beltrán formaba parte de una lista presentada al Consejo Provincial del Movimiento en abril que señalaba la “actuación de algunos sacerdotes”. También acusan al cura hoacista de promover publicaciones clandestinas, aunque reconocían no tener pruebas. La represión frente al movimiento antifranquista irá subiendo, con detenciones en Villablino de militantes de las Comisiones Obreras y un incremento de la presión sobre Javier Rodríguez, y los métodos reivindicativos de sus homilías en la parroquia de Matarrosa del Sil.

El 18 de septiembre de 2019 fallecía, a los 90 años, Francisco Beltrán, aquel aventajado alumno de Manuel Fraga y del Cardenal Herrera Oria, que sin embargo, les salió “rana”, en palabras de “su otra mitad”, José Álvarez de Paz.

 

 

 

 

 

 

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