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Nuestra historia, a modo de presentación

martes, 24 de septiembre de 2024

Del “Viva España con Honra” al "¡Vercianos, abajo lo existente!". La revolución de 1868 en El Bierzo

La revolución de 1868 llevó por sobrenombre “La Gloriosa” y “Septembrina” y constituyó la primera vez que el pueblo español expulsó a los borbones. El alegato de “Viva España con Honra” con el que los marinos se levantaron en Cádiz, tuvo su correlato en el "¡Vercianos, abajo lo existente!" durante los mismos sucesos en Ponferrada.

Hoy en “Nuestra Historia, El Bierzo y Laciana” vamos a presentar como se vivieron estos hechos en la comarca berciana en general y en Ponferrada en particular, y las repercusiones que tuvieron en los años posteriores durante el denominado “sexenio revolucionario” o “sexenio democrático”.

Partiremos del artículo “1868-1874. La Ponferrada "Revolucionaria"” del historiador Miguel José García González, más conocido como “Jota”, de cuyas informaciones nos hemos valido para escribir las líneas que podemos ver a continuación.

En los años 60 del s. XIX la comarca berciana, y Ponferrada, vive un periodo de crecimiento económico por la plaga de filoxera que había atravesado a la producción vitivinícola francesa. Este hecho estimuló el crecimiento de una rica burguesía que reclamaba un desarrollo de las comunicaciones para dar salida a los excedentes agrarios. Un  ejemplo claro sería el de Isidro Rueda, alcalde entre 1863 y 1965, que consigue el desvío de la carretera Madrid-Coruña por Ponferrada, entre otros hitos que serían el comienzo de las obras de la carretera a Orense o a Asturias o la concesión de los tramos ferroviarios Palencia-Ponferrada y Ponferrada-La Coruña.

Un periodo de bonanza que se ve truncado entre 1867 y 1869 por la seguía y la crisis que genera. Los sectores progresistas de la burguesía, y sus intereses modernizadores, "flaquean", la desamortización crece. Además, a la miseria jornalera se le une, a ojos de los burgueses, la presencia "amenazadora" de los obreros del ferrocarril. La burguesía comercial vive un repliegue rentista, haciéndose gestores de foros.

No es hasta el 24 de septiembre de 1868 cuando llegan a la villa berciana los ecos del levantamiento producido una semana antes en Cádiz y que derrocaron a Isabel II. En ese momento la tradición española de formación de juntas toma forma en la “Junta revolucionaria” que preside Luis San Juan en Ponferrada.

El manifiesto que lanzan explica a la población que "llegó el día para todos deseado". Y ensalza la valerosa acción de la marina en Cádiz. Pone esperanzas en el nuevo régimen como garantía de "reconquistar los derechos" arrebatados por la "tiranía". Además, anuncia la constitución de la Junta Revolucionaria y muestra su confianza en el nuevo gobierno. Concluye con una proclama:

"Vercianos

Descansad en el celo y amor a la Soberanía Nacional de los individuos de esta Junta

Vercianos

Viva la Libertad. Viva la Soberanía Nacional. Abajo lo existente.”

El 2 de octubre exigen la supresión de la corporación municipal y su elección por sufragio universal en unas elecciones que tendrán lugar dos días después y que eligen a Isidro Rueda como alcalde. Es así como Ponferrada entra en la historia revolucionaria de España con la elección de la primera Corporación municipal, junto con la de Madrid, en constituirse por sufragio universal.

El nuevo gobierno municipal defiende las banderas del "progreso" y la "libertad", a las que unen reivindicaciones propias de la revolución burguesa como el respeto a la propiedad privada, el trabajo y los derechos individuales. El proceso de descentralización del poder se palpa en la creación de la figura del alcalde de barrio, uno por cada uno de los 4 distritos en que se divide la villa. Además, en beneficio de la burguesía ponferradina, que lidera el consistorio, se alquilan los “Bienes de Propios” para tratar de reducir el déficit municipal.

Sin embargo los problemas no se harán esperar. Las tiranteces con el Gobernador llegarán a hechos tan insólitos como la quema de un maniquí de Daniel Valdés Barrio tras su derrota electoral frente al poeta y abogado ponferradino Adriano Curiel Castro.

La situación económica se agrava, ahora con lluvias huracanadas. El pueblo trabajador se niega a pagar los nuevos impuestos “fundándose en la imposibilidad de pagarlo y en la creencia inspirada por la revolución de alcanzar economías”. El Gobernador reprime las protestas con la fuerza armada y la corporación municipal dimiten alegando que “es una resolución inspirada por la más noble de las ideas, la de su propia dignidad, el del respeto al del Sufragio Universal, por la más santa de las causas”.

Los avances vienen seguidos de las trabas de la reacción. Cuando se promulga la Constitución de 1869 el clero se niega a jurarla. En Paradosolana los carlistas organizan una partida que se irán extendiendo por otras zonas de la comarca. Incluso, en ocasiones, como en Vega de Valcárcel, atacan las obras del ferrocarril.

La situación de la economía municipal no remonta, las deudas continúan y la inestabilidad política también. El aumento de la presión fiscal y las dimisiones son continuas y un reflejo de esa tensión.

En estos momentos el ayuntamiento ponferradino absorbe otros cercanos como el de Toral de Merayo y Rimor o el de Columbrianos, convirtiéndose ahora en el más poblado de El Bierzo con 6647 habitantes en el censo de 1877.

El 12 de febrero de 1873 se recibe la noticia de la proclamación, el día anterior, de la I República española, y se forma una nueva Junta que exige la dimisión del gobierno municipal "por no haber en él más de dos republicanos”.

La nueva corporación continúa con una gran representación de los propietarios de la localidad y el "Gremio de vinateros". A pesar de nuevos arriendos, el equipo municipal continúa con la deuda con Hacienda y el enfrentamiento con los vecinos por la presión fiscal.

La burguesía ponferradina se vuelve hacia posiciones conservadoras frente al nuevo régimen. “La revolución en la revolución" no se lleva a término y esa falta de avances sociales se materializa en un distanciamiento popular del sistema constitucional.

La Junta provincial leonesa, reflexionaba en el Censo de 1877 (ya bajo el régimen de la restauración borbónica) en estos términos:

“¿Qué causas pueden producir tantos y tan deplorables fenómenos en aquella región (El Bierzo) de suelo fértil y privilegiado, de templado y hermoso clima, de cielo puro y alegre, y donde, al parecer, todo se desarrolla y vive con lozanía menos la especie humana?”

Las estadísticas de atraso económico, social y cultural estaban tristemente marcadas por esta comarca.

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