El cartel anuncia que el acto, está “debidamente autorizado”, aunque otras fuentes explican que el gobierno todavía prohíbe los actos reivindicativos. A pesar de ello, las CCOO de El Bierzo y Laciana celebran una concentración con Carlos Elvira, del Secretariado Nacional, en las instalaciones deportivas de Endesa en Ponferrada. El metalúrgico madrileño fue durante años el responsable de la Delegación Exterior de CCOO en Paris.
El movimiento
sindical liderado por Daniel Fernández Taladriz reclama que Comisiones Obreras,
“ha estado y sigue estando en la vanguardia de las luchas de los trabajadores”
y apelaba a la afiliación porque, se podía leer en el cartel, “tu afiliación le
dará fuerza y te dará fuerza a ti”.
La prohibición
de los actos sindicales fue una constante. Lejos del mito del final del
franquismo como una dictablanda, en
el primer semestre del año 1977 son 4.733 detenidos por propaganda ilegal y la
violencia estatal se cobra 95 vidas entre 1975 y junio del 77. Las relaciones
laborales siguen siendo de ordeno y mando y las huelgas duramente reprimidas.
En mayo, sólo en Lillo del Bierzo son 18 los sancionados. Incluso pervive la
“séptima”, una sanción que detrae una séptima parte del salario a los
huelguistas.
La
reforma política continúa y el 2 de junio se pone fin a la sindicación
obligatoria (en el sindicato vertical franquista) y el 15 del mismo mes se
convocan elecciones generales. CCOO pide un voto masivo a los trabajadores para
que estas se conviertan en constituyentes.
En
febrero el gobierno de la dictadura había legalizado al PSOE, y en abril,
superando las fuertes presiones del ejército, al PCE. Los máximos responsables
de CCOO a nivel provincial, Velasco y Rubio, participan en las candidaturas
comunistas al congreso. Las urnas dan la victoria a UCD y Adolfo Suarez, el
último presidente de la dictadura, será el primero de la democracia. Los
resultados electorales son duros para la militancia del PCE que ve como un gran
porcentaje del voto obrero, incluso de simpatizantes de CCOO, lo absorbe el
PSOE.
Tras
las elecciones las Cortes son una isla democrática en un mar de instituciones
franquistas. El resultado, no previsto por el gobierno, fuerza la elaboración
de la Constitución. El ejecutivo electo marca un nuevo rumbo a la economía,
aborda decisiones pospuestas por la crisis política. Devalúa la peseta y busca
apoyos para realizar medidas estructurales que pasen por la liberalización
económica y el control de la inflación.
Durante el verano la crisis económica se deja sentir en
Ponferrada. El paro aumenta en la construcción, aupado por la aprobación del
Plan de Ordenación Urbana (POU), provocando desahucios, ocupaciones y nuevos
desalojos. En agosto los trabajadores de la hostelería protagonizan una huelga
de 48 con especial incidencia en León y Ponferrada.
La clase obrera lidera el proceso democratizador con un duro
peaje.
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