La
oleada huelguística de la primavera de 1962 impulsó un nuevo movimiento obrero
que utilizará la conflictividad laboral como ariete de lucha contra el
franquismo. Una explosión que se repetirá en el verano de 1963. Este proceso,
que se desarrolla en toda España, en El Bierzo alcanza una proporción nada
desdeñable, tanto por amplitud y extensión, como por el impulso a las
organizaciones antifranquistas, el PCE, la HOAC y posteriormente las Comisiones
Obreras.
Las
organizaciones del movimiento obrero abrieron el camino a la democracia, erosionando las estructuras de la dictadura e
implantando, por la vía de los hechos, prácticas democráticas ilegalizadas,
como la asociación, las asambleas o la huelga.
En general, existe una laguna en el estudio del antifranquismo en la comarca si exceptuamos los años de postguerra protagonizados por la guerrilla.
Cuando te sitúas a la sombra de un gigante, es normal que esta te tape. Nos referimos obviamente, a Asturias y sus mineros. Si esta comarca hubiera tenido un sistema productivo diferente al asturiano, posiblemente hoy se reconocería la importancia de su aportación democrática.Con el cierre de la minería en 2018, El
Bierzo, ante un futuro incierto, puede cometer el error de autodesconocerse, como diría Montalbán. Es cierto que está habiendo
cierta efervescencia de recuperación cultural del pasado industrial, forma no
declarada de hacer balance de lo ocurrido y que indica
que una época toca a su fin. Pero los colectivos humanos
necesitan certezas, y en las transiciones emergen las incertidumbres. Ante ello
las poblaciones tratan de rearmarse en unos valores y una identidad que se
pierde frente a un futuro incierto. Se recuperan raíces con más nostalgia que
visión de futuro. Pero el reconocimiento social de las cuencas no
es tanto por la mina en sí, que también, sino por el papel jugado por los
mineros y las poblaciones.
Debemos conocer el
pasado, analizarlo críticamente, utilizar lo que nos sea útil y necesario,
evitando caer en el error de despreciarlo, pues en él hay muchas cosas de las
que aprender, en las que reconocernos o que directamente nos persiguen o nos
afectan. Quizás, estas sean el principal aporte social de este estudio que la
revista Nuestra Historia de la Fundación de Investigaciones Marxistas ha tenido
a bien publicar en su número 11. Es importante destacar que esta revista está
indexada y es una referencia en lo que a la historia social de España se
refiere.
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