Con esta presentación
echa a andar el blog Nuestra Historia. Un proyecto para rescatar y divulgar
trocitos olvidados de la historia de El Bierzo y Laciana. Poniendo especial
énfasis en los aspectos de la historia y la memoria obrera, industrial y
democrática de nuestras comarcas.
El objetivo es dar a
conocer una historia tan importante cómo olvidada. Entradas que con rigurosidad
histórica y divulgación pedagógica, pretenden acercarnos a aspectos hasta
ahora poco difundidos entre el gran público y que son fruto de mis años de
dedicación a la investigación y a la docencia. Aprovecho para presentarme, me
llamo Alejandro Martínez y soy profesor de Geografía e Historia.
Presentar libros, dar a
conocer documentos de archivo, difundir entrevistas, recomendar novelas,
relatos o documentales, mostrar a sus protagonistas, compartir artículos y rescatar
nuestra cultura, pues en ella, también se refleja quienes somos. Así mismo
propondremos recursos didácticos para que las y los docentes puedan desarrollar
en sus centros de enseñanza.
Con el cierre de la
minería en 2018 y ante un futuro incierto, El Bierzo y Laciana, pueden cometer
el error de autodesconocerse, como
diría Montalbán. Existe un riesgo de ver la apariencia, y olvidar la esencia.
Los colectivos humanos necesitan certezas, y al igual
que cuando se pasó de la sociedad agropecuaria a la industrial, las
incertidumbres se apoderan de las comarcas mineras. Asistimos a un proceso de
re-ruralización y despoblación acelerada en paralelo a la
desindustrialización. Ante ello, las poblaciones tratan de rearmarse con
unos valores y una identidad que se tambalean frente a un futuro incierto. Se
recuperan raíces con más nostalgia que visión de futuro. Las
cuencas si tienen reconocimiento social, y un sentimiento de orgullo, no es
tanto por la profesión en sí, sino por la lucha de estos profesionales. No es
por la mina cómo tal, sino por el papel que han jugado los mineros y las
comarcas.
Debemos
conocer el pasado, analizarlo críticamente, utilizar lo que nos sea útil y
necesario, evitando caer en el error de despreciarlo, pues en él hay muchas
cosas de las que aprender, en las que reconocernos o que directamente nos
persiguen o nos afectan.
Nos hemos propuesto escribir la
historia a contrapelo, como diría
Walter Benjamin, es decir, adoptando el punto de vista de los vencidos. Frente a ese relato que ve la
historia como una sucesión lineal de grandes hechos políticos que elogia a los vencedores y les rinde homenaje, vamos a
pasar el cepillo de la
historia a contrapelo.
Una metáfora nos
ayudará a comprenderlo de forma sencilla. Imaginémonos que estamos acariciando
un gato, cuando lo hacemos en el sentido en el que crece su cabello, a pelo, la sensación es agradable al
tacto. Si repetimos la operación a
contrapelo, podremos apreciar sus huesos, sus heridas, lo contrario que en
la primera pasada. Podremos apreciar la intrahistoria que se esconde detrás de
esos pasados “vencidos, pero no eliminados”. En fin, esos pasados, que
constituyen Nuestra Historia.
Dejar de mirar al pasado con nostalgia, utilizándolo como trampolín hacia el futuro
ResponderEliminarSeguimos caminando si olvidar nuestra historia